Fotografía: Studio McGee
Una alfombra blanca bien elegida es una pieza de diseño versátil de la que no te arrepentirás nunca. Desde blancos puros hasta marfiles cremosos, las alfombras blancas pueden complementar su diseño interior sin esfuerzo.
Con una alfombra blanca puedes:
- Crear un lienzo en blanco que sirve como punto de partida para diseños más ambiciosos en otros lugares.
- Una alfombra blanca sólida y brillante, crea un punto focal austero que será sorprendentemente llamativo.
- Agregar una alfombra blanca a una casa minimalista extiende una apariencia elegante de manera excelente.
- Una alfombra blanca peluda en el dormitorio te permitirá levantarte de la cama y encontrarte con una nube esponjosa y cálida.
De dónde lo veas es una elección tentadora que le da a tus espacios un toque chic y vanguardista y, además, calidez a los espacios minimalistas, ¿qué más se puede pedir? Bueno, pues saber si estás preparado para ella.
¿Es la ideal para ti?
Como regla general, no se recomienda instalar una alfombra blanca en una habitación que reciba mucho tráfico. Sin embargo, todo dependerá de tus reglas y condiciones. Evalúa la posibilidad respondiendo a estas preguntas:
1. ¿Hay niños en casa?
Incluso cuando son niños mayores, puede suceder que olviden quitarse los zapatos, dejen caer bocadillos, derramen líquidos y arrastren cosas del exterior al interior. A menos que estés seguro de que pueden seguir las reglas y recordarlas, la alfombra blanca generalmente no es una buena idea.
2. ¿Tienes mascotas?
Las mascotas pueden ser un gran problema con la alfombra blanca. Pero esto dependerá si es un perro de interior o de exterior y, por supuesto, de si está entrenado para ir al baño o si tienes un gato mayor que no muda y generalmente se queda en la misma habitación.
3. ¿Podrás darle mantenimiento?
La alfombra blanca lo muestra todo, y si no puedes aspirarla y limpiarla con regularidad, probablemente no sea una buena idea. Deberás pasar la aspiradora semanalmente y tener un quitamanchas listo en cualquier momento. Además de esto, probablemente deberás aplicar un champú profesional cada dos meses.
4. ¿Qué tan molesto te sentirás si se ensucia?
En algún momento es probable que la alfombra se ensucie. Es posible que queden restos de polvo. Se podría derramar un vaso. Sucederá algo que provocará una mancha temporal o permanente en tu alfombra blanca. Pase lo que pase, ¿vaa a estar emocional y financieramente bien con ello? ¿Estarás enojado? ¿Se arruinará tu día? ¿Lo pensarás durante mucho tiempo? ¿Vas a tener las finanzas disponibles para arreglarlo? ¿Puede afrontar la pérdida de la inversión?
5. ¿Con qué frecuencia estás dispuesto a reemplazarla?
Hablando de finanzas, comprar e instalar pisos nuevos no es precisamente barato. Si inviertes ese dinero y tiempo en una alfombra blanca nueva, debes recordar que la alfombra probablemente no durará tanto como los pisos. Debido a esto, debes prepararte financieramente para reemplazarla antes de lo normal. O al menos, debes aceptar que tu alfombra luzca un poco desgastada.
6. ¿Estás listo para hacer cumplir las reglas?
Digamos que compras una alfombra blanca y se ve espectacular. ¿Tienes el tipo de personalidad que se necesita para hacer cumplir reglas con respecto a lo que no está permitido? Por lo general, esto implica no tener zapatos, ni comida, ni bebidas. Esto incluye pedir a los invitados que se quiten los zapatos. Si no estás dispuesto a mantenerte firme y hacer cumplir este tipo de reglas, entonces probablemente deberías evitar las alfombras blancas en tu casa.
Dependiendo de tus respuestas a estas preguntas, la alfombra blanca puede ser una buena idea para ti o no.
Cómo limpiar una alfombra blanca en casa
Si bien las alfombras blancas brindan un acabado maravilloso, pueden resultar intimidantes para algunas personas. La suciedad, el polvo, el pelo de las mascotas y otras marcas son mucho más fáciles de ver en un fondo más claro, especialmente uno blanco. Por eso es una buena idea saber cómo limpiarla y cuidarla adecuadamente.
Mantenimiento
La mejor práctica es darle mantenimiento a tu alfombra blanca antes de que sea necesario lavarla o limpiarla a profundidad. Sigue estos consejos:
- Si es una alfombra pequeña, sacúdela: debes sacudir tu alfombra blanca con frecuencia para evitar la acumulación de polvo y pelo. Para hacerlo correctamente, enrolla la alfombra y llévala al aire libre. Mientras la tomas de las esquinas, sacúdela con fuerza hasta que notes que las migas, los escombros y la tierra han dejado de caer.
- Si es una alfombra grande, golpéala: si tienes una alfombra muy grande que no puedes sacudir, cuélgala sobre una barandilla o una cerca, luego usa un palo de escoba u otro palo fuerte para golpearla hasta que el polvo pare de salir.
- Aspírala: Debes aspirar tu alfombra al menos una vez por semana. Asegúrate de utilizar el accesorio de cepillo, ya que esto ayudará a aflojar los restos que se encuentren dentro de las fibras de la alfombra. Sin embargo, si tienes una alfombra peluda, evita utilizar el cepillo, ya que esto puede enredar las fibras.
Limpiar derrames
Una parte muy importante del mantenimiento de las alfombras blancas es abordar los derrames de inmediato. Si has derramado algo, utiliza estos métodos de limpieza:
Recoge cualquier cosa sólida inmediatamente. Seca los líquidos con un paño blanco o un trozo de papel de cocina. Cualquier cosa que tenga estampados o colores puede desteñirse sobre la alfombra y mancharla. Frota las marcas más rebeldes con agua tibia y jabón.
Usa peróxido de hidrógeno, también llamado alcohol isopropílico, es excelente para derrames como café o vino tinto, que no serán tan fáciles de eliminar como otros derrames. Coloca un poco de la solución en un paño blanco limpio, seca y frota hasta que la mancha desaparezca. Para luego retirar la solución, pasa una esponja con un poco de agua en la zona y deja secar.
Deshacerse de los olores
El bicarbonato de sodio es una herramienta mágica a la hora de limpiar. Si notas algún olor de derrames anteriores, de mascotas o de cualquier otra cosa, espolvorea un poco sobre tu alfombra y deja reposar durante la noche. ¡Aspíralo por la mañana y listo!
Para lavar una alfombra blanca
Si tu alfombra blanca necesita una limpieza profunda o necesitas quitar manchas, la limpieza con vapor es una gran opción. El uso de un limpiador a vapor puede proporcionar una excelente limpieza profunda. Puedes hacerlo tú mismo o contratar a un profesional. De cualquier manera, quedará como nueva.
Cómo renovar una alfombra blanca
Incluso cuando tomas medidas para mantener regularmente tu alfombra, es posible que descubras que el color se ha desvanecido o que hay algún olor. Si tu alfombra blanca se está decolorando un poco, lo mejor que puede hacer es contratar a un profesional para que le realice una limpieza profunda que le devuelva el brillo sin dañarla, ya que con los métodos caseros corres el riesgo de deteriorarla.
