Fotografía: Carla Capdevila – AD Magazine
Aunque el azul es el color más frío de la paleta; también es el más armónico y relajante, perfecto para llenar de calma tus ambientes y refrescarlos. Además, es muy versátil porque puedes inclinarte por los tonos pastel para combinar crear un ambiente minimalista o escoger un azul más vibrante para crear espacios más cálidos.
Parte del encanto de este color es su extensa gama que lo hace sumamente versátil: mientras el azul marino es masculino y duro, el turquesa tiene notas femeninas, y los tonos añiles nos transportan al campo y la montaña.
El arco cromático de los azules comienza en los tonos verdosos y termina con los rojizos que lo convierten en lavanda. La mezcla con blanco suaviza mucho esta gama y es la opció
Las combinaciones perfectas
Aunque todo es válido, existen combinaciones que son perfectas: con verdes y naranjas.
- Combinarlo con tonos verdes ¡es un acierto siempre! Al ser colores análogos, es decir, que tienen un tinte en común, la combinación será muy natural. Y si el verde se acerca al pistacho o al amarillo, potenciará y reflejará la luz natural.
- En el caso de querer un espacio más cálido, la mezcla ideal es azul y naranja; colores complementarios, es decir, opuestos en el círculo cromático. Una variante genial es combinarlo con la calidez de la madera.
- Para potenciar el azul, debes elegir blancos y cremas. La mezcla de todos ellos es de las más armónicas y equilibradas.
La otra cara del azul
Si bien es cierto que el azul lo asociamos mucho con ambientes relajantes o playeros, el azul también aporta otras características como recurso decorativo. Las tonalidades oscuras son las aliadas perfectas para un look vintage, aportando sofisticación y calidez al mismo tiempo.
También es genial para los interiores eclécticos, logrando personalidad y un golpe de efecto visual.
En la cocina
Apuesta por los muebles de madera efecto desgastado en color azul, que además de ser originales, le darán un aire rústico a este espacio.
Otra idea para la cocina es aplicarlo en accesorios y alfombras. Será un color encubridor.
Aplícalo correctamente
Cuando se decora es conveniente utilizar la regla 60/30/10. Es decir el 60% de la habitación debe poseer un color dominante –en este caso podría ser el azul-; luego, un 30% debe tener un color secundario, como por ejemplo las piezas grandes de madera o de tapicería que podría ser en tonos neutrales. Y, por último, el 10% deben ser los acentos de color, para los cuales podrías utilizar los naranjas, beige o verdes.
Lo que queda totalmente claro es que el azul es un color que siempre está en tendencia, que aporta mucha fuerza y que puedes utilizar en la parte de la casa que prefieras, desde la sala hasta la cocina. Ahora solo queda que te atrevas y le des un nuevo aire a tus espacios con este maravilloso color.