Cómo planificar la cocina funcional

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Fotografías: Studio McGee

Recuerda que un buen diseño requiere arte y habilidad en el manejo de los espacios; pero para que sea una cocina funcional, por tanto, cómoda, debe respetar la «línea de proceso», tomando en cuenta las tareas en el orden en que éstas se realizan:

  1. Zona de llegada del supermercado
  2. Zona de apoyo de alimentos
  3. Zona de almacenaje en refrigeradora o a temperatura ambiente
  4. Zona de preparación y lavado
  5. Zona de preparación y cocción
  6. Zona de preparación, servido y presentación

La idea es crear una zona de trabajo eficiente y un área específica para cada una de las actividades. Por lo tanto, para la zona de apoyo de alimentos y preparación, será suficiente un espacio libre sobre la encimera o una mesa. Para la zona de almacenaje, será la refrigeradora, el congelador y los estantes de la despensa. Para la zona de lavado una o dos piletas (según espacio y presupuesto) con grifería; y para la zona de cocción, será la estufa, el microondas, la parrilla o el horno eléctrico.

El triángulo de trabajo: la forma más fácil de trabajar en la cocina

Para que una cocina resulte realmente cómoda, lo más importante es determinar las tres zonas que integran el trabajo en la cocina: la zona de cocción, la zona de lavado y la zona de almacenaje, dibujando un triángulo imaginario. Ésta es la forma de asegurar que no se realizan desplazamientos innecesarios, ya que el recorrido lógico se resuelve así: los alimentos se extraen de la despensa o refrigeradora, se lavan en el fregadero y se cocinan en la zona de fuego.

Lo más cómodo es que entre uno y otro, no haya más de 120 cm, ya que, de esta forma, no resulta dificultoso el trabajo en la cocina.

Al diseñar esta área, hay que procurar que la distribución espacial entre las diversas zonas sea lo más práctico posible, para evitar movimientos inútiles o mal calculados. Así pues, la cocina debe ser un conjunto integral, como una unidad armónica que tenga en cuenta las diferentes zonas y que facilite el trabajo, donde deben encontrarse todos los elementos básicos e imprescindibles para el correcto funcionamiento.

Espacios bien aprovechados

El espacio debe aprovecharse bien; es importante acertar con la distribución:

  • La distribución en forma de «L»: es ideal para plantas cuadradas o rectangulares.
  • La disposición en forma de «U»: acorta la distancia entre las distintas zonas
  • El diseño «línea»: es ideal para cocinas estrechas.

En función del área y de la forma de la planta, podrás instalar más o menos muebles
y aparatos electrodomésticos.

Sin embargo, no es necesario que te obsesiones con el triángulo, ni siquiera con las medidas que te recomendamos, porque son sólo orientaciones y están encaminadas a que no cometas errores innecesarios. Ten en cuenta que no existen dos cocinas iguales y que la colocación de los muebles vendrá acondicionada por la planta (espacio) de que dispongas, el área total y la ubicación de las instalaciones.

Renueva tu cocina según tu presupuesto

Priorizar tus necesidades, limitar los cambios y elegir bien los materiales son los pasos que marcarán el costo de la reforma.

Reformar la cocina a buen precio es posible. El secreto es elegir materiales resistentes y económicos y pensar en tus necesidades. Por ejemplo, los electrodomésticos: ¿realmente vas a utilizar ese horno con tantas funciones? Por ello, antes de empezar los trabajos de desmontaje, piensa en lo que necesitas y en dónde puedes ahorrar.

Si, a pesar de tener un presupuesto limitado, no quieres renunciar a ciertas cosas, puedes combinar los materiales. Por ejemplo, planificar los gabinetes altos de vidrio templado y los bajos de laminado; o puedes colocar una encimera o top de Silestone solo en la zona de cocción y poner un material menos costoso (o no ponerlo) en el resto.


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