Nuestros platillos tienen grandes aliados en las hierbas aromáticas. Además de deliciosas y prácticas, son increíblemente agradecidas y de fácil mantenimiento. Anímate a sembrarlas, aquí te damos algunos consejos para que tengas suficientes para sazonar tus comidas ¡con toda la frescura!
Hierbabuena
- Esta planta puedes sembrarla en el suelo o en macetas. La segunda opción te facilitará moverla de lugar por si las condiciones climáticas cambian y no son las adecuadas para que la hierbabuena crezca.
- Si te decides por la maceta, debes asegurarte que tenga un sistema de drenaje para que el agua no se estanque y provoque que la planta se pudra. Listo el drenaje, debes llenar la maceta con tierra negra previamente abonada. Luego colocas los brotes de la planta y listo.
Otro aspecto importante es cuidar qué tanto sol recibe tu planta. La hierbabuena no resiste la exposición directa y constante al sol. Lo ideal es que si la sembramos en tierra, sea en un lugar donde la mayor parte del día haya sombra y solo algunas horas dé el sol. Ahora, si decides hacerlo en una maceta será más fácil colocarla en un área adecuada.
Perejil
- El proceso de elección de la maceta y su llenado es igual que para la hierbabuena.
- Listo esto, introduces las semillas del perejil y luego ¡ten un poco de paciencia! Esta planta es de lenta germinación, así que puede pasar un mes sin que veas su rastro. El perejil agradece recibir mucha luz. Si está en exteriores puedes colocarlo en espacios en los que el sol dé entre 4 y 6 horas durante el día. Y si está en interiores, asegúrate que sea un sitio muy luminoso.
- Cuando tu planta haya crecido y empiece a tener flores, debes arrancarlas. Esto te garantiza que tendrás una mata compacta y tierna.
Para que puedas cosechar el perejil debes esperar unos 3 meses si es invierno y dos si es verano. Otra recomendación importante es que la hora ideal para cortar lo que necesites para cocinar tus platillos, es por la mañana antes que el calor esté en su punto más abrasador.
Orégano
- Este puede plantarse a través de semillas o bien, puedes comprar en un vívero un plantón. Al igual que los anteriores, puedes sembrarlo directamente en el suelo o en una maceta. El orégano es muy resistente y se adapta a cualquier terreno.
- Es un cultivo que puede estar en un lugar soleado o bien, en un lugar que reciba la luz solar solo algunas horas al día. Además, el orégano resiste muy bien tanto los climas fríos como los calurosos.
- No es recomendable abonar demasiado la tierra donde lo plantaras, sino que se recomienda un terreno pobre y pedregoso. Si se planta en maceta, lo mejor será combinar arena, compost y tierra de jardín a partes iguales.
Cuando los tallos estén lo suficientemente grandes, puedes cortarlos y empezar a usar la planta. Para hacerlo es conveniente cortarlos a una buena distancia del suelo.
Todas las plantas deben ser regadas con cierta constancia pero no en abundancia pues puedes provocar que el agua se estanque y pudra las raíces.
