Los seres humanos constantemente emprendemos viajes y estos suelen ser hacia lo desconocido o hacia lo fundamental. El movimiento Farm to table propone un viaje a lo esencial, para redescubrir no solo los sabores sino todo lo que pueden aportarnos los alimentos cuando estos han sido tratados de una forma más natural y respetuosa con el medio ambiente.
Esta tendencia surgió en 1970 en el restaurante californiano -Chez Panisse-, y se basa en una agricultura sostenible que por un lado busca promover una alimentación más consciente y saludable; y por otro, impulsa la producción local de alimentos y apoya a granjeros locales.
Sí, Farm to table también es comunidad, ya que, uno de sus principios es crear vínculos y puntos de encuentro.
Básicamente posee dos variables. En el caso de los restaurantes Farm to table, estos optan por comprar sus insumos en granjas cercanas o bien, poseen una propia que les provee lo necesario, y la otra, un poco más doméstica pero igual de deliciosa y válida es constituida por los huertos caseros. Lo distintivo de hacer esto es que en ambas opciones se prefieren los alimentos producidos sin químicos y sin pesticidas.
Pero además de los beneficios antes mencionados, también se encuentran los siguientes:
- Las verduras y frutas frescas simplemente no tienen precio: su sabor es inigualable y haber sido cortadas en su mejor momento aporta un gran plus al momento de cocinar y degustar un platillo.
- Si compras un producto en el supermercado, lo más seguro es que el tiempo transcurrido entre la cosecha y el consumo sea largo; por esta razón, se recurre a métodos de conservación que hacen que la degradación del alimento sea lenta. En estos procesos, se pierde gran parte de los minerales y las vitaminas propios de los alimentos.
- Te dejará aprovechar al máximo las frutas y verduras de temporada. Ahora, encontramos productos en casi cualquier época del año. Puede suceder que con estos y otros alimentos, estemos consumiendo productos importados de países lejanos. Usualmente, los productos han debido cortarse antes de que maduren por lo que no será posible que la fruta o verdura esté en su mejor punto ni en nutrientes ni en azúcares.
- Darle un giro a tu alimentación siguiendo lo que propone el movimiento Farm to table, es más sencillo de lo que imaginas. Puedes implementar tu propio huerto y gozar de las bondades de lo natural sin intermediarios; pero también puedes localizar a pequeños productores que comercialicen sus hortalizas en un mercado cercano. Tú puedes hacer un cambio radical en tu mesa. No solo cuidarás de tu salud sino que fortalecerás la comunidad en la que resides y vivirás en más armonía con el planeta.