La Boca de Dragón se caracteriza porque sus flores están agrupadas en racimos. Sus colores son muy variados, desde el blanco hasta el morado, pasando por el amarillo, rosa o naranja.
Son plantas perennes, que comprenden especies enanas de 15 ó 20 cm; medianas, entre 40 y 75 cm, y altas, llegando a 120 cm. Florece desde la primavera al otoño, en climas templados, aunque se adapta bien a las zonas de sol.
Cuidados
- Necesita ser plantada en un suelo preferiblemente calizo, abonado con elementos minerales.
- Se puede plantar tanto en jardín como en maceta, en zonas soleadas o de semisombra. Necesita al menos 4 horas de luz solar.
- El riego debe ser moderado, aumentando en los meses de verano, sin encharcar.
- En la floración, se debe abonar cada 15 días.
- Cuando las plantas alcanzan 10 cm de altura, hay que despuntarlas para obligarlas a que se ramifiquen y tengan una mayor floración.
- El lugar ideal es a pleno sol porque de esta manera dará más flores, aunque también puede estar en una zona de semi sombra, pero la floración será mucho menor.
- A medida que se van marchitando las flores se deben ir eliminando, al igual que las hojas secas, con esto la planta lucirá mucho mejor y evitarás problemas con parásitos.
- Es muy importante proporcionar un buen drenaje para evitar la acumulación de agua y el ataque de hongos.
Tip: las flores no solo van a decorar tu jardín, puedes aprovechar sus múltiples propiedades, como su uso en cataplasmas para tratar problemas en la piel, y hacer un enjuague bucal para irritaciones.
¿Cuándo florece?
Es una planta bianual, aunque, dependiendo del clima, tendrás que cambiarlas cada año. Esta planta florece desde finales de primavera (principios de junio) hasta el otoño y puede verse de forma salvaje en algunas rocallas o muros mediterráneos.
Para que siga floreciendo, elimina las flores y hojas secas. Tu boca de dragón seguirá produciendo flores hasta el otoño.
¿Cuándo se siembra?
Puedes cultivar la boca de dragón tanto en maceta como en el jardín. En el primer caso, lo ideal es hacerlo a principios de primavera; mientras que si la plantas directamente en el suelo, puedes hacerlo durante los meses de otoño. Lo ideal es que, al cultivarlas, la temperatura oscile entre 18 y 20 °C y lo hagas en un suelo arcilloso, con un pH comprendido entre 6.2 y 7.0.
