Hay acciones que aplicamos a nuestra rutina que podrían ser dañinas para nuestra salud, y que algunas veces hacemos por costumbre o practicidad. Al evitar estas ocho, garantizarás minimizar riesgos de intoxicación por mala la higiene.
1. Indebido almacenamiento de productos de limpieza
Guardar productos de limpieza en el mismo armario en el que tenemos alimentos no es buena opción. Es mejor ubicarlos en un mueble independiente, debajo del lavatrastos o en una bodega, o si es posible y no te complica la organización, guárdalos en un lugar alto para evitar que tus hijos tengan fácil acceso a ellos.
2. Reciclar envases para guardar limpiadores
Evita rellenar envases de alimentos, como botellas de agua o refrescos, con productos de limpieza. Si lo haces, rotúlalos y guárdalos en un lugar seguro. En un segundo, los niños o cualquier persona por un descuido, puede confundirlos y darles un buen sorbo.
3. No lavar correctamente las tablas de picar
Puede ser de alto riesgo, lava siempre correctamente la tabla de cortar y el cuchillo cuando pases de un alimento a otro, o de cortar alimentos cocinados sobre la tabla en la que has cortado algo crudo.
4. No lavar correctamente los paños y esponjas de cocina
La humedad puede ser el área ideal para la proliferación de bacterias. Evita secar la tabla o los utensilios con paños de cocina que no estén limpios, y desinfecta una vez a la semana la esponja con la que lavas los platos. Para desinfectar las esponjas basta con ponerlas en un recipiente con limón y bicarbonato y meterlas al microondas durante un minuto. Quedarán impecables.
No utilices la misma esponja con la que lavas los trastos para limpiar la superficie del lavatrastos u otras superficies. Pequeños esfuerzos o hábitos pueden hacer una gran diferencia en la salud de tu familia.
5. Servir en recipientes donde has almacenado
Aunque los veamos “limpios” debemos evitar servir alimentos cocinados en platos o recipientes que hemos usado para almacenarlos crudos. Esto puede causar contaminación en los alimentos.
Al lavar estos recipientes, procura agregar un paso más a la rutina de aseo. Por ejemplo, puedes llenarlos con agua y agregar un chorrito de vinagre. Luego de un momento, puedes lavarlos como lo acostumbras. Esto garantizará que las bacterias de los alimentos crudos desaparezcan por completo.
6. ¡No lavarte las manos!
Parece lógico, pero algunas veces pensamos que no pasa nada si vamos de trabajar en la computadora directo a cocinar porque estamos en nuestra casa… No lavarte las manos correctamente, aunque te parezca que están limpias es un gran riesgo para tu salud. Hazlo, te tardarás menos de un minuto.
7. No llevar un control del estado de los alimentos
No utilices alimentos que no estés segura si están en buen estado, aunque no hayan vencido, si tienen color u olor extraño, conviene desecharlos.
8. Descongelar las carnes
Lo mejor es llevarlas del freezer a la refrigeradora una noche antes. Dejar carnes o pescados crudos fuera durante horas los convierte en un festín para las bacterias.
