5 trucos para mantener los zócalos nítidos

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Los zócalos, esos pequeños detalles de buen gusto que disfrazan la unión entre la parte inferior de la pared y el piso, son necesarios para dar ese aspecto ordenado y elegante a nuestros espacios, pero es importante recordar que solo quedan bien cuando están limpios.

Además de su función estética, en realidad están ahí para proteger las paredes de golpes de juguetes o utensilios de limpieza, zapatos y más, lo que significa que no pasa mucho tiempo antes de que queden cubiertos de manchas o llenos de marcas.

Como cualquier mueble, los zócalos requieren cierto nivel de mantenimiento para evitar que luzcan viejos, desgastados y, lo peor de todo, sucios. Sea cual sea el material del que estén hechos, requerirán mantenimiento y deberán limpiarse periódicamente para garantizar que sigan luciendo geniales y en buenas condiciones.

Limpiarlos es un trabajo fácil, aunque un poco minucioso, por lo que tenemos cinco trucos diferentes para hacerlo fácil y con un resultado satisfactorio.

Hay varios métodos que puedes utilizar, solamente hay algo que debes evitar: limpiarlos con un trapeador normal y pasarlo por la parte inferior del zócalo, ya que esto hará que el polvo se pegue, dejando esa gruesa y pegajosa veta de polvo que se verá muy mal.

1. Quitar el polvo y aspirar

Te recomendamos usar un plumero y un accesorio de aspiradora largo para que no sea necesario agacharse. Utiliza la aspiradora para eliminar la acumulación de polvo a lo largo de los zócalos y luego toma un plumero húmedo para limpiar los puntos y ángulos difíciles. Haz esto cada pocas semanas para evitar una gran acumulación de polvo y reducir el tiempo de limpieza.

Otro método es usar el accesorio de cepillo de tu aspiradora para quitar rápidamente el polvo. Toma un paño de microfibra seco en una mano para quitar el polvo restante y un paño de microfibra húmedo en la otra para limpiarlo rápidamente, eso limpiará tus zócalos muy fácil y bien.

2. Utiliza un trapeador específico para zócalos

Este práctico dispositivo le evitará tener que ponerse de rodillas para limpiar. La herramienta de mango largo tiene un cabezal de limpieza especialmente diseñado para encajar en las ranuras y curvas del zócalo y limpiarlos mientras estás de pie.

3. Jabón y agua tibia

Llena una cubeta con agua tibia y agrega suavizante a modo de «jabón». Sumerge un paño o una esponja en la mezcla, escúrrelo para que quede ligeramente húmedo (no mojado), luego úsalo para limpiar la suciedad y las marcas de desgaste hasta que el zócalo esté limpio y brillante. También olerá fresco. Limpia el zócalo de esta manera por lo menos cada 6 semanas o según sea necesario si se ensucia mucho.

4. Toallitas para la secadora

Sí, nos referimos a las que normalmente pones con la ropa recién lavada en la secadora. Es un método poco convencional, pero si frotas los zócalos con estas evitarás que se peguen polvo y suciedad gracias al efecto antiestático que crean. Esto se puede hacer cada dos meses para reducir la acumulación de polvo y prolongar los tiempos de limpieza intermedios.

5. Utensilios extras para zócalos super sucios

  • Borradores mágicos: maravillosos para marcas fuertes y particularmente difíciles; estas esponjas reutilizables deberían eliminarlas y dejar tus zócalos como nuevos.
  • Vinagre: mezcla ½ taza de vinagre a 1 taza de agua tibia con unas gotas de detergente líquido y usa para limpiar los zócalos muy sucios.
  • Hisopos: perfectos para aquellos lugares difíciles de alcanzar, son ideales para llegar a rincones estrechos o pliegues decorativos y recoger mucha más suciedad de la esperada.
  • Pinceles: Al igual que los hisopos, un pincel pequeño puede eliminar el polvo en esos lugares difíciles que los dedos no pueden alcanzar. Corre a lo largo de la parte superior de los zócalos para quitar el polvo, como un pequeño cepillo de barrido.

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