El pollo es una de las carnes más consumidas, pero de la que muchas veces no sacamos el mejor partido, y probablemente quede por lo mismo, seca o muy blanda y aceitosa, si has decidido freírla. Así que aquí van unos cuantos consejos muy sencillos de implementar, pero que te darán un excelente resultado.
Marínalo siempre
El pollo no se caracteriza por ser una carne con mucho sabor, es por eso que cuanto mejor la marines, mejor será el resultado.
Para conseguir un pollo jugoso con mucho sabor, por piezas o entero, marínalo durante un mínimo de dos horas y un máximo de cuatro con la mezcla siguiente:
¼ taza de jugo de limón, ½ cucharadita de pimienta de cayena, ½ cucharadita de pimienta negra recién molida, ½ cucharadita de sal gruesa, ralladura de limón al gusto, 3 o 4 dientes de ajo rallados o prensados, ¼ de taza de perejil fresco picado, ½ taza de aceite de oliva extra virgen.
Mezcla todos los ingredientes en un recipiente no metálico o algún otro que no reaccione con el ácido del limón. Sumerge el pollo en la mezcla.
*Con las cantidades indicadas obtendrás 1 taza de marinada, si necesitas más aumenta las cantidades hasta tener líquido suficiente como para sumergir todas las piezas que necesitas.
Seca el pollo antes de cocinarlo
No debes lavar el pollo antes de cocinarlo, pero lo que sí debes hacer es limpiarlo con toallas de papel antes de cocinarlo. También debes secarlo aunque hayas tenido el pollo sumergido en una marinada. De esta manera conseguirás que tenga un exterior crujiente y un interior tierno y jugoso.
No le des más vueltas de lo necesario
Solamente respeta los tiempos de cocción indicados en la receta o verifica con un pequeño corte que esté bien cocido en el interior.
Fríe poco a poco
Para que un alimento frito tenga una corteza crujiente debes usar una buena cantidad de aceite y pocas piezas para freír. Además, asegurarte que está lo suficientemente caliente, sin pasarte y que se queme.
Recuerda que el pollo es una carne que debe cocinarse completamente para poder consumirla de forma segura, quiere decir que el centro de la pieza que estés cocinando debe alcanzar los 75ºC durante la cocción.
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