Ingrediente: la miel

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La miel, es un alimento natural que posee grandes cualidades para la salud y tiene increíbles y variados usos en las cocinas más reconocidas del mundo como condimento y complemento. Personas que cuidan su salud, la utilizan como sustitutivo del azúcar endulzando diferentes platos con esta maravillosa creación.

Para entrar en el estudio de la miel, debemos entender primero que las protagonistas de su existencia son: las abejas.

¿Por qué son importantes las abejas?

Las abejas son las directas responsables de polinizar aproximadamente un tercio de lo que comemos y ayudan a mantener el balance en nuestro ecosistema. Unas 400 plantas necesitan de la polinización de las abejas para continuar siendo parte de nuestro ecosistema. En su mayoría, son plantas de frutas, verduras, nueces, girasoles que se usan como aceite, cacao, café y té. Muchos cultivos dependen de ésto cada año para llegar a la producción adecuada.

También son responsables de polinizar frutillas y nueces que son consumidas por pájaros y otros mamíferos, haciéndolas muy importantes en la cadena alimenticia y la biodiversidad. Hay más de 25,000 especies de abejas, sin embargo, solo cuatro de ellas producen miel y lo hacen para comer durante el invierno mientras que no hay floración, ya que cada colmena puede llegar a tener hasta 10,000 de ellas.

¿Cómo saber si la miel es pura?

Si quieres tener la seguridad de que la miel que comprarás es de calidad, debes hacer una primera prueba antes de comprarla: lee bien la etiqueta del producto. Allí no debe decir -glucosa comercial- o -jarabe de alta fructosa-. Estos dos aditivos son muy utilizados a la hora de producir y envasar la miel, ya que impiden que se solidifique.

Ya en casa, fíjate primero en las siguientes características:

  • Que al servirla no tienda a separarse en capas.
  • La miel pura tiene un aroma característico.
  • Presenta una textura suave, delgada.
  • Su goteo es filamentoso.
  • No presenta ni genera espuma.
  • Presenta impurezas naturales: própolis, polen y micropartículas de cera.
  • Al probarla y consumirla causa una sensación de ardor en la garganta.

A continuación, puedes realizar las siguientes pruebas caseras:

  • En una hornilla o fogón encendido quema un poco la miel. Si la miel se “enciende” y se derrite o se quema, es miel pura.
  • Mezcla la miel en agua. Si la miel no se disuelve en el agua, es pura.
  • Pon miel en una cuchara y agrega 2 o 3 gotas de yodo. Si la solución no se pone azul, es pura.
  • Añade un poco de miel sobre un trozo de papel. Si no se forma un parche húmedo a su alrededor, es pura.
  • Pon miel en una cuchara y agrega 2 o 3 gotas de vinagre. Si la mezcla no se hace espumosa, la miel es pura.
  • Añade un trozo de pan viejo a la miel y deja que transcurran 10 minutos. La miel es pura si el pan continúa endurecido y no se ha ablandado.

Es muy importante que compres miel de excelente calidad, no solo por tu salud, también porque una miel adulterada puede significar una evidente variación en los sabores de tus recetas.

La miel en la gastronomía

Por sus propiedades físicas, su viscosidad, sus tonos y su lustre, la miel se convierte en un ingrediente atractivo para recubrir preparaciones culinarias.

La miel, además de endulzar, tiene funciones tecnológicas en muchas preparaciones. Por ejemplo, por su capacidad higroscópica (capacidad para atraer agua) mantiene la humedad de la repostería. Además, reacciona con la “levadura química” (bicarbonato de sodio) rápidamente, ayudando a esponjar esta masa.

También se incorpora en guisos y se puede consumir directamente con pan, tostadas, acompañando frutas y quesos, y muchas personas lo ponen a su café en vez del azúcar.

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