Las ostras son de los pocos mariscos que no se encuentran todo el tiempo, así que cuando están de temporada debemos aprovecharlas y disfrutarlas al máximo. Pero hay un pequeño inconveniente, abrir ostras no es algo sencillo, y requiere de cierta habilidad. A pesar de esto, si tienes la técnica y los pasos correctos, será muy, muy fácil. Toma nota.
1. Usa el cuchillo adecuado
Este será uno de hoja muy corta, ancha y afilada, con el mango protegido por una pieza transversal que permite hacer palanca y, con muy poco esfuerzo, abrir las ostras. Pero si no lo tienes, usar uno que tenga una punta resistente, te facilitará la tarea.
2. Coloca la ostra en la posición correcta
Para evitar que se resbale la ostra y esto haga que también se resbale el cuchillo, colócala con la parte plana hacia arriba y la parte más estrecha —la bisagra— apuntando hacia ti.
3. Sigue estos pasos para abrirlas
- Sujeta la parte cóncava con una servilleta o un paño doblado e introduce con mucho cuidado la punta del cuchillo entre las dos conchas por el lado más estrecho, hasta localizar el músculo.
- Avanza con el cuchillo hacia adelante mientras lo mueves de un lado a otro para ir “despegando” la carne de la concha superior.
- Cuando la hayas despegado, gira ligeramente el cuchillo para hacer presión y separar la concha plana del resto. Quedará la carne en la concha cóncava. Luego vacía el agua que está en el interior de la ostra.
4. Evita esto
Cuando separes la carne, evita romper la concha. Debes separar con mucho cuidado para evitar que el nácar dé sabor a la ostra, ya que la arruinaría.
5. ¡Precaución!
Asegúrate de que las ostras son completamente frescas ya que se consumen crudas. Si alguna no tiene la concha completamente cerrada, la carne no está firme, tiene un aspecto lechoso o huele a algo que no sea a mar, descártala, porque todas esas son señales de que la ostra no está en buen estado.
