El último año de estar más tiempo en casa ha significado que algunos proyectos de cocina que solían ser raros y ocasionales pasaran a convertirse en nuestros planes felices de fin de semana o de actividades en familia. Y uno de ellos ¡ha sido la pizza! Ya sea que hayas recibido un horno de pizza como regalo o te hayas regalado uno, es posible que te sientas un poco inseguro acerca de sumergirte en este mundo de los pizzaioli.
¡No temas! Aquí hay algunos consejos y trucos para aprovechar al máximo tu nuevo horno de pizza y sobre todo evites la frustración en el proceso de aprendizaje.
Para empezar uno de los consejos principales que podemos darte es que mantengas el proceso práctico y simple, esto te permitirá disfrutar la experiencia al máximo. Así que toma nota de estos tres puntos:
1. No tienes que ser un pizzaiolo
Quizá para alguien hacer su propia masa para la pizza sea un indispensable, pero si el talento de pizzaiolo no es tu fuerte ¡Compra la masa! Porque seamos sinceros, muchas veces no tenemos el tiempo para hacer masa artesanal o simplemente queremos hacer el proceso más práctico (igual más abajo te dejamos una receta para cuando te animes a hacerla). Compra una bola o dos de masa y deja que los toppings sean tu toque personal (y magistral).
Consejo pro: ¿Tienes un lugar favorito de pizza? ¡Pregunta si pueden venderte de su masa!
2. Congela los toppings en porciones y compra algunos ingredientes preparados
Siguiendo con el tema rápido y fácil, guardar los toppings congelados en porciones para una pizza, es una gran idea. Puedes hacerlo unos días antes e ir armando de una vez las combinaciones que quieres hacer. Salchicha italiana desmenuzada, pepperoni en rodajas, cebollas caramelizadas, pimientos asados… es fácil tomar una bolsa pequeña y dejar que se descongele mientras el horno se calienta, lo que reduce el tiempo de preparación.
Consejo pro: compra el queso en bloque y rállalo tú. El que ya viene rallado no se derrite tan bien.
3. Usa mucho menos salsa de la que crees que necesitas
Cuanto más hagas pizza en casa, más comenzarás a darte cuenta de que la salsa es un elemento importante en las pizzas, pero no el ingrediente protagonista. Lo que necesitas de la salsa es que sea un elemento que de sabor y que integre la base con los toppings y el queso, pero que no la humedezca. También pasa que cuando usas mucha, con los movimientos bruscos que se hacen cuando pones la pizza al horno, el queso y los toppings pueden derramarse y la limpieza será mucho más difícil.
Consejo pro: un cuarto de taza de salsa es suficiente para una pizza de 10 a 12 pulgadas. Si te gusta más salsosa, sírvela aparte para rociar la pizza ya horneada.
Ahora hablemos del horno…
Si recién estás comenzando a usar un horno de pizza para exterior, es probable que vayan a haber algunas pizzas quemadas en tu futuro. ¡Pero eso está bien y es lo normal! La prueba y el error vienen con aprender a cocinar en un horno de leña, que puede ser más desafiante que cocinar con gas.
Hemos recopilado ocho consejos y técnicas para que tu experiencia sea positiva:
1. La madera adecuada
Usa maderas duras, nunca pino u otras coníferas. La madera dura produce un calor denso y permanece encendida durante un período de tiempo más largo y hace que tu horno se caliente más rápido. El tamaño óptimo de la leña es entre 200 mm y 300 mm. Además, no debe ser tan gruesa. Si usas troncos pequeños, puedes mantener el fuego y no tendrás que preocuparse por abrir la puerta una y otra vez.
Otra ventaja de las maderas duras es que, a diferencia de las coníferas, como el pino o el cedro, no sueltan savia —que puede hacer que tu horno no trabaje adecuadamente— ni terpenos —que pueden dar como resultado olores desagradables y comida de sabor extraño—.
2. Encender el horno
Al encenderlo, solo debes usar madera seca y curada. Debe estar limpia y libre de pegamentos, productos químicos y pintura. Es mejor usar madera blanda para iniciar el fuego porque se quema más rápido y es fácil de encender. Para esto, el pino sí es una gran opción, pero también puedes usar papel de periódico enrollado o iniciadores de fuego.
A medida que el horno se va calentando, todo el interior se volverá gris. Cuando observes que ¾ del interior del horno es gris, puedes esparcir las brasas y la ceniza alrededor del fondo del horno con un cepillo.
3. Mantén el fuego encendido
Una vez que el fuego se enciende, agrega algunos trozos de madera, uno a la vez, para mantener una llama viva pero no agresiva. Mantén la puerta del horno abierta durante esta fase para que entre mucho oxígeno. Usa madera que no tenga más de dos a tres pulgadas de diámetro; se quemará más rápidamente y ayudará a que el horno se caliente más rápido. Mantén el fuego en el centro del horno.
Dependiendo del tipo de horno que tengas, alcanzar la temperatura deseada (idealmente 700ºF) podría tomar entre 30 y 90 minutos. Los hornos más antiguos, los hornos mal aislados o los construidos a mano con ladrillo pueden tardar un poco más.
4. Distribuye el calor uniformemente
La cantidad de leña que necesitas depende de cuánto tiempo planeas cocinar y cuántas pizzas deseas hacer. Empuja la leña y las brasas en llamas hacia el lado izquierdo o derecho del horno, o divide al medio, y asegúrate de que siempre haya una llama encendida para evitar las brasas humeantes.
Para asegurarte de tener una superficie de cocción con una temperatura uniforme, extiende una capa de carbón al rojo vivo con un rastrillo de horno en el centro del horno. Cierra la puerta del horno durante unos 10 a 15 minutos y deja que las brasas calienten el piso.
5. Si fuera necesario, enfría el horno
Al principio, el piso del horno puede estar demasiado caliente para cocinar. Una vez que hayas apartado las brasas, haz una prueba rápida arrojando un puñado de harina en la superficie. Si la harina se incendia o se quema de inmediato, la superficie está demasiado caliente y quemará tus pizzas. Corrige esto dejando la puerta del horno abierta durante 20 minutos más o menos, luego intenta la prueba de la harina nuevamente. En el caso poco probable de que la superficie de cocción se enfríe demasiado, vuelve a calentarla con otra capa de brasas.
6. Para limpiar tu horno
La forma más segura de limpiar tu horno es dejar que se enfríe por completo, incluso durante la noche. Con un cepillo para horno, saca las cenizas, las brasas y los desperdicios de madera enfriados del horno. Para limpiar cualquier mancha de comida, solo usa un cepillo de cobre porque otros metales dañarán la superficie. Si tu horno de leña es de metal, puedes limpiarlo con un paño húmedo. De lo contrario, no uses agua para limpiar.
7. ¡Usa las cenizas!
En lugar de tirar las cenizas a la basura, puedes usarla para abono. Rica en cal y potasio, la ceniza de madera es un gran fertilizante, aunque los expertos advierten que no es para plantas que prosperan en suelos ácidos.
8. ¡Toma nota!
Encender y cocinar con un horno de leña para pizza es una experiencia de aprendizaje incluso para los cocineros más experimentados. Durante algunas sesiones puede resultar pizzas perfectamente cocinadas; y otras veces quemarás varias seguidos.
Así que es una buena idea llevar un cuaderno para anotar lo que te ha funcionado y lo que no. Toma nota de cómo encendiste el fuego, de qué manera colocaste el fuego y las brasas, cuánto tiempo dejaste calentar el horno y cuánto tiempo cocinaste las pizzas. No hay garantía de que lo lograrás la próxima vez, ¡pero al menos no cometerás los mismos errores dos veces!
Otros utensilios para que tu experiencia sea óptima
Si bien la compra de un horno para pizza es una inversión, hay otras herramientas que pueden serte muy útiles para que la experiencia sea completa y no sientas que es abrumador o difícil. Estas son las que consideramos que te ayudarán a agilizar el proceso, manteniendo las cosas realmente divertidas y fáciles, ¡cómo debe ser una noche de pizza!
Pellets: te recomendamos que busques pellets de madera de nogal ¡son una gran opción! dan un agradable sabor ahumado pero neutro a las pizzas.
Termómetro: un termómetro digital es realmente útil para saber si tu horno está a la temperatura adecuada (además del truco de la harina).
Tablas de madera para pizza extra: cuando prepares muchas pizzas a la vez, es muy agradable poder darles a todos su propia tabla y permitirles que elaboren su pizza sin esperar para usar una.
¡La harina de sémola es imprescindible!: uno de los pasos importantes a la hora de hacer pizza es poder transferirla rápidamente de una tabla al horno. Si espolvoreas tus tablas con harina de sémola antes de colocarles la base y armar las pizzas, ayudará a que esta se deslice fácilmente al momento de meterla al horno.
Receta para la base
Masa básica para pizza
Ingredientes
- 2 ½ tazas de harina
- 1 cucharada de levadura granulada
- ½ – ¾ taza de agua tibia
- 1 cucharadita de azúcar
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharadita de sal
Elaboración paso a paso
- En un tazón pequeño disuelve el azúcar en el agua. Vierte la levadura y deja reposar unos minutos hasta que esponje.
- Colócale a la batidora el aspa para batir masas. En el tazón, vierte la harina y la sal. Agrega la levadura esponjada y el aceite de oliva y bate durante 2 minutos a una velocidad media. Una vez se haya formado una bola de masa homogénea, colócala dentro de un tazón ligeramente untado con aceite de oliva y cúbrelo con una toalla de cocina limpia. Deja reposar hasta que doble su tamaño, durante aproximadamente 45 minutos, en un lugar templado.
- Precalienta el horno a 400° F. Una vez haya esponjado la masa, pónchala y divide la masa en 2. Sobre una superficie limpia y enharinada, extiende la masa con un rodillo. Forma una pizza de aproximadamente 9 pulgadas de diámetro. Colócala sobre una bandeja ligeramente untada con aceite de oliva o maíz granulado. Hornea de 7 a 8 minutos, saca del horno y alíñala al gusto; hornea durante 15 minutos más.
¡Sin duda la experiencia de hacer pizza es única! Así que recuerda no sentirte frustrado si la primera vez es complicada, verás que siguiendo estos consejos y con un poco de práctica cada vez te especializarás más, y por supuesto también lo disfrutarás. Buon appetito!
