Cuando se trata de leche no láctea, hay más opciones que nunca: leche de soya, de arroz, de almendras, de alpiste, de coco, de avena, y muchísimas más. Pero con tantas opciones, ¿cómo sabemos cuál comprar? Si solo la necesitas para beberla o para el cereal, la elección no es tan complicada, seguramente escogerás la que más te gusta, pero ¿qué pasa al momento cocinar y hornear?
Te contamos un poco cómo funcionan, ya que no todas son aptas para todas las recetas. Toma nota.
1. Leche de soya
De todas, es la que tiene la mayor cantidad de proteínas, por eso es comparable a la leche de vaca. Es abundante, rica y cremosa, con un sabor a nuez y ligeramente dulce.
Úsala para: beber, combinar con el cereal o en el café. Es una de las mejores leches para cocinar, ya que puedes usarla en lugar de leche de vaca en cualquier receta. Es estable a altas temperaturas, lo que la convierte en una buena opción para salsas espesas y comidas horneadas.
Para hornear, la leche cuajada con un ácido como el vinagre, crea sabores complejos y espesa las mezclas, además de aumentar el poder de fermentación y mejorar la calidad de cualquier bizcocho. También es la mejor opción cuando se elabora suero de leche para galletas de mantequilla veganas.
Tip: al comprar leche de soya, elige variedades orgánicas o no transgénicas para evitar la soya modificada.
2. Leche de almendras
Es la leche no láctea más popular, tiene un alto contenido de vitaminas y otros nutrientes, pero no contiene mucha proteína. Es ligeramente dulce y cremosa.
Úsala para: beber, en el café o con cereal. Puedes utilizarla en todas las recetas, aunque podría ser un poco dulce para platos salados, así que si no te gusta esa mezcla, puedes reservar su uso para postres y smoothies.
3. Leche de marañón
Es similar a la leche de almendra, aunque más cremosa y menos dulce.
Úsala para: beber, agregar al café o con el cereal. Es muy noble para usar en platos dulces o salados. Funciona muy bien para preparar salsas, ya que su textura cremosa aporta mucho cuerpo.
4. Leche de coco
Encontrarás dos versiones, las bebidas de leche de coco y la leche de coco enlatada. Es una leche no láctea cremosa y con una buena cantidad de grasa, pero sin mucha proteína.
Úsala para:
- Bebida de leche de coco: para beber, agregar al café, preparar smoothies y combinar con el cereal. Funciona bien para cocinar y hornear, ya que su sabor tiene presencia, pero al agregarla a las recetas no es predominante y no opaca otros sabores.
- Leche de coco enlatada: no es apta para beberla, ya que está hecha con la carne del coco, y esto la hace demasiado espesa y cremosa. Es maravillosa para sopas, guisos y salsas, y lo suficientemente espesa para batir y hacer crema batida y postres cremosos como flanes.
5. Leche de arroz
Es una de las leches no lácteas más livianas. Se prepara mezclando arroz, agua y algún edulcorante, para luego llevarlos a ebullición dando como resultado una leche de un sabor muy ligero y dulce.
Úsala para: agregar al café o para el cereal. Su dulce es ideal para preparar postres, y su delicada textura hace que funcione bien en sopas y salsas ligeras. Puedes usarla para hornear, pero debido a que es muy liviana, tus recetas pueden requerir de un espesante.
6. Leche de avena
Es también del grupo de leches no lácteas ligeras, tiene un sabor y dulzor suave.
Úsala para: beber, sobre cereal o en smoothies. Funciona bien en platos dulces y salados, ya que su textura ligera la hace una excelente opción para sopas cremosas claras y curry, mientras que su sabor dulce la hace funcionar muy bien en la repostería.
7. Leche de lino
La leche de lino es simplemente aceite de lino prensado en frío mezclado con agua. Contiene una gran cantidad de omega-3, de textura fina y suave.
Úsala para: beberla, sobre el cereal y para acompañar el café. Se puede utilizar en recetas dulces y saladas, pero asegúrate de usar una versión sin azúcar para cuando la uses en preparaciones saladas. Esta leche es ideal para pasteles.
