Guía para saber si el pescado está fresco

2.5K

El pescado fresco tiene muchas ventajas, su sabor y textura son perfectos, se cocina fácilmente y puede hacer grande cualquier platillo. Pero tiene un lado negativo y es que deja de ser fresco muy rápido, especialmente si se manipula incorrectamente. Es por eso que al comprarlo debes fijarte que realmente sea fresco y esté en buen estado.

Te explicamos cómo saberlo con sencillas señales que seguramente no volverás a pasar por alto nunca.

En el lugar que lo compras

1. La forma cómo esté expuesto es muy importante

El pescado fresco debe estar expuesto sobre una cama de hielo y sobre una superficie inclinada que asegure que el agua procedente de la descongelación se drene y no quede estancada, algo que podría arruinar el pescado.

Sin embargo, evita comprar pescados con escarcha o cristales de hielo; pues esto podría ser una señal que estuvieron almacenados durante mucho tiempo o bien, que fueron congelados varias veces.

2. ¿Es realmente fresco?

También observa que donde lo compres, no rieguen constantemente el pescado con agua pues puede ser que estén intentando maquillar que no es fresco. Recuerda que el agua da a los alimentos una sensación de frescura. Lo ideal es que el pescado no esté todo sobre el puesto de venta o el mostrador, sino que lo saquen poco a poco y lo demás esté en cámaras frías o hieleras.

3. Focos de calor

Si lo adquieres en un supermercado, fíjate que los focos de calor no se dirijan al pescado, pues al emanar calor, podrían no solo quitarle frescura sino incluso descomponerlo.

4. Sin adornos

Ten en cuenta que no deben haber adornos de plástico o vegetales junto al pescado, ya que pueden ser fuente de gérmenes que contribuyan a su rápido deterioro.

Señales en el pescado

  • Ojos: deben ser esféricos, saltones, con la córnea cristalina y no lechosa –lo que indicaría que está en mal estado- y la pupila de color negro brillante, nunca opaca ni grisácea.
  • Agallas: fíjate que sean de colores vivos, brillantes e intensos, nunca descoloridos o amarillentos. Las decoloraciones, los bordes cafés y amarillos son señales de alerta y es mejor que no adquieras ese pescado.
  • Cavidad abdominal: la tela que la recubre debe estar limpia, brillante y suave al tacto. El corte de la carne debe ser liso y la sangre roja y brillante, si está marrón es una mala señal.
  • Espina central: esta debe ser prácticamente incolora, estar completamente adherida a la carne y romperse si intentas separarla.
  • Escamas: estarán limpias, brillantes, tornasoladas y resbaladizas, jamás pegajosas –esto es muy importante-. Deben ser abundantes y difíciles de retirar. Cuando el pescado está fresco, la piel se separa con dificultad de la carne.
  • Siente la carne al tacto: la superficie debe ser lisa, no con granos. Debes sentir la carne firme y elástica. Una forma fácil de verificar es presionar levemente con el dedo y soltar, no debería quedar marca. No compres el pescado si tiene una consistencia esponjosa.
  • Olor: generalmente el pescado fresco huele mar, a algas o a agua dulce, aunque si no huele está bien también. Si desprende olor fuerte como a amoníaco, es que está en mal estado.

Close