En esta guía te compartimos los secretos para que los sabores sean sublimados en lugar de competir. Es muy sencillo, se trata de encontrar las notas características de la comida y repetirlas en la bebida. ¡Toma nota!
Un pastel y un maravilloso té, pueden llevarse a la perfección, o por el contrario ¡arruinarse mutuamente!
Pasteles pesados
Los pasteles con consistencia muy húmeda, como brownies, sacher, o los cargados de chocolate, se maridan con tés fuertes y de cuerpo completo.
El té ideal: té de Ceilán.
Tiempo de infusión: tres minutos, en agua a 90ºC.
Merengues y sabores a limón y cítricos
Estas tartas o pasteles como los rellenos de lemon curd, necesitan un té más ligero, idealmente con toques de licor o nueces.
El té ideal: té negro y el Oolong.
Tiempo de infusión: dos a tres minutos, en agua entre 80ºC y 85ºC.
Frutos rojos
Éclairs rellenos de fresas frescas o crepas con frambuesa y crema… Estos aromáticos antojos dulces resaltarán si los combinas con un té joven, delicado y de preferencia, con un dulce matiz a flores.
El té ideal: té blanco.
Tiempo de infusión: uno a dos minutos, en agua entre 65ºC a 70ºC.
Pasteles especiados
Esas propuestas de calabaza o con toques de canela y los de nueces, debes acompañarlos con un té ahumado y especiado.
El té ideal: Earl Grey.
Tiempo de infusión: cuatro minutos, en agua a 95ºC.
Sabores florales, lavanda y miel
Los tés muy suaves y con sabores florales son perfectos.
El té ideal: cualquier té floral, pero el de rosas queda bien con la mayoría.
Tiempo de infusión: tres a seis minutos, en agua a 95ºC.
Si vas a tomar el té con leche, te recomendamos poner de primero la leche y después agregar el té caliente. De esta manera el calor del té no cuece la leche, y evitas sabores desagradables.
Ahora sí, ¡a disfrutar!