En una olla, calienta el aceite y sofríe el ajo por unos minutos, hasta que esté traslucido. Agrega el resto de los ingredientes y hierve a temperatura baja por 15 minutos.
Precalienta el horno a 400ºF. Lava y desagua las gallinitas muy bien con suficiente agua y jugo de limón. Colócalas dentro de una cazuela para hornear. Sazónalas con sal y pimienta, luego rellénalas con un pedazo de cebolla, medio diente de ajo y una ramita de romero. Ata las patitas con un cordoncillo y viérteles la salsa encima.
Hornea 45 minutos, bañándolas constantemente con la salsa. A los 35 minutos, dales vuelta para que la parte de abajo dore, luego justo antes de sacarlas dales la vuelta nuevamente para que la piel de encima se tueste.
Deja reposar 10 minutos antes de servirlas y partirlas.