Las estufas de inducción son la gran opción moderna para lograr una cocina más eficiente y amigable con el medio ambiente. Su sistema consiste en la generación de un campo magnético que por sí mismo no genera calor, pero que en contacto con un recipiente metálico hace que este se caliente, y por ello que caliente los alimentos.
Principales ventajas
- Es más eficiente: la razón es que no hay fugas de calor. Las estufas de inducción ofrecen hasta un 85% más de aprovechamiento, porque el calor se centraliza en el recipiente que estás utilizando para cocinar, ni un centímetro más. Aunque algunas personas, anotan como desventaja el consumo eléctrico sobre una estufa de gas; lo cierto es que una de inducción consume menos energía si la comparas con una eléctrica.
- No te desesperarás con el calor mientras cocinas: estas estufas no crean calor. Bueno, sí calientan, pero de manera focalizada; por lo que podrás conservar más fácilmente un ambiente fresco en tu cocina.
- Son muy fáciles de limpiar: olvídate de todo lo trabajoso que es limpiar una estufa a gas. Si algo se derrama, solo debes tomar un paño y limpiar, ¡todo en un paso!
- ¡Adiós quemaduras!: a menos que acerques tus manos a la olla que está calentándose, puedes olvidarte de cualquier riesgo para ti y tus hijos. Aunque es conveniente explicarles que los recipientes están calientes y también lo que está dentro de ellos.
Algunos contras
- El principal punto en contra es el precio. Actualmente son más costosas que una vitrocerámica, pero conforme vaya incrementándose la demanda, el precio seguramente se reducirá.
- También es una desventaja la dependencia del suministro eléctrico, pues en caso de que falle, no podrá funcionar.
Tip: si decides comprar una estufa de inducción, ten en cuenta que debes adquirir ollas y sartenes específicos, unos que contengan hierro o estar hechos con metales férricos; como el acero inoxidable o el hierro fundido. Solo con este tipo de materiales, el mecanismo de inducción funciona correctamente.
