TEXTO MÓNICA SARAVIA DE BERGER
El entusiasmo se expresa con mucha alegría y un creciente interés por realizar una meta llenándote de vitalidad. Hay mucha adrenalina y energía en tu interior, transmites positivismo, emanas buenas vibras y esperanza.
¿Cómo puedes ser entusiasta?
El entusiasmo te mueve a realizar una acción grande o pequeña. Para despertar el entusiasmo, debes concretar tus metas y darles un sentido. Otro camino certero para
ser una persona entusiasta es buscar buena compañía, gente optimista, que te haga sentir bien y te motive a crecer. Aléjate de las personas pesimistas.
¿Cómo lo puedes practicar?
Sonríe: contagia el buen humor y provoca un ambiente cálido.
Expresa frases positivas como “sí, claro”, “sí, puedo”, “lo lograré”. Acepta retos: ocupa tu mente en una meta. Asómbrate con cosas sencillas como la belleza de una flor, un atardecer…
Busca nuevas experiencias que te enriquezcan, encuentra lo que te gusta y hazlas con amor y voluntad.
¿Cómo aumentas el entusiasmo?
Cultiva emociones positivas, no te envuelvas en el desánimo y no permitas que el miedo, la inseguridad o la baja autoestima te paralicen.
Elige cómo respondes ante las circunstancias. Por ejemplo ante el tráfico, puedes quejarte, renegar o insultar…o bien, puedes buscar una buena estación de música y aprovechar el momento.
Transforma las dificultades en oportunidades. El poeta alemán Rainer María Rilke dijo: “Convierte tu muro en un peldaño”. Puedes esforzarte en sacar lo mejor de ti y detectar lo que te frena y paraliza, explora alternativas para ver luz en el camino. Intenta muchas veces y persevera.
Piensa el porqué del objetivo o meta y visualiza el logro. Defínelo para saber lo que quieres hacer.Sé tú mismo, vive tu vida, no la compares ni quieras vivir la vida del otro.
Cree en tus sueños. Puedes construir un mundo mejor… si tú decides.
