¿Bajar de peso fácilmente?

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Si bien existen innumerables dietas, suplementos y consejos que afirman garantizar una pérdida de peso rápida, la mayoría carece de evidencia científica. Sin embargo, existen algunas estrategias respaldadas por la ciencia que tienen un impacto en el control del peso.

A lo largo de los años, probablemente has recibido varios consejos para bajar de peso «fácilmente», como beber jugo de apio en ayunas o reemplazar las comidas con licuados para perder peso. Pero así como hay miles de consejos erróneos que se deben evitar, también hay muchas sugerencias legítimas, respaldadas por investigaciones y aprobadas por expertos, que te ayudarán a cumplir esta meta. Entre estas recopilamos estas que son las que mejores resultados tienen: agregar ciertos alimentos a tu dieta y tres hábitos super fáciles de implementar y que serán la clave para un peso saludable.

Los alimentos

Aceite de coco

Contiene un tipo de ácido graso, llamado ácido láurico, que nuestro cuerpo quema rápidamente para producir energía. Esto quiere decir que quemamos tan rápido esas calorías que no le da tiempo al cuerpo para guardarlas como grasa.

Verduras rojas o moradas

Algunos estudios sugieren que los flavonoides que poseen ciertos alimentos de color rojo o morado, como el repollo morado, las uvas, tomates y berenjena, inhiben la absorción de grasa o influyen en la quema de calorías.

Granos Integrales o enteros

Un estudio realizado por Tufts University, demostró que las persona que consumen 3 o más porciones de granos al día tienen 10% menos grasa abdominal que las personas que solo comen ½ porción al día. Esto puede ser por dos razones, una, que los granos integrales influyen sobre las hormonas que controlan el apetito y nuestro sentimiento de llenura; dos, que la fibra que contienen estimula las hormonas que suprimen el almacenamiento de grasa.

Chía

Esta semilla milagrosa no solo contiene proteína y fibra, sino contiene un ácido graso esencial llamado ALA (Ácido alfa-linoléico) que ayuda a retirar la grasa de los órganos vitales que están ubicados en el área abdominal.

Canela

Científicos japoneses pusieron a un grupo de ratones en una dieta alta en grasa, alta en azúcar y agregaron cinamaldehído (el aceite esencial que le da su sabor a la canela) a un grupo selecto. Después de un mes los ratones que consumieron el componente de la canela terminaron con menos grasa abdominal que los otros ratones. Los científicos creen que este componente ayuda a quemar tejido graso.

Cúrcuma

Contiene una molécula que permite que las células extraigan azúcar de la sangre para utilizarla como energía en lugar de guardarla como grasa en el abdomen. Se recomienda una cucharadita de cúrcuma al día.

Chocolate oscuro

Contiene una alta concentración de catequinas, un tipo de flavonoide que influye en la sensibilidad a la insulina y la hormona del estrés cortisol (que puede causar que el cuerpo almacene grasa). Prueba consumir una onza de 70%+ cacao al día.

Los hábitos

1. Come conscientemente

La mayoría de las personas llevamos una vida ocupada, a menudo tendemos a comer rápido mientras vamos en el auto, trabajamos y hacemos otras cosas. Como resultado, apenas somos conscientes de los alimentos que comemos.

La alimentación consciente es una práctica en la que se presta atención a cómo y dónde se come. Esta práctica te permite disfrutar de los alimentos y mantener un peso saludable.

Estas son las técnicas:

  • Sentarse a comer, preferiblemente en una mesa: presta atención a la comida y disfruta de la experiencia.
  • Evitar las distracciones mientras comes: no veas la televisión, ni la computadora ni el teléfono.
  • Come despacio: tómate el tiempo para masticar y saborear la comida. Esta técnica ayuda a perder peso, ya que le da al cerebro el tiempo suficiente para reconocer las señales de que está lleno, lo que puede ayudar a evitar comer en exceso.
  • Tomar decisiones alimenticias consideradas: elige alimentos que estén llenos de nutrientes y que satisfagan durante horas en lugar de minutos.
2. Duerme bien

Numerosos estudios han demostrado que dormir menos de 5 a 6 horas por noche está asociado con una mayor incidencia de obesidad. Hay varias razones detrás de esto.

La investigación sugiere que el sueño insuficiente o de mala calidad ralentiza el proceso en el que el cuerpo convierte las calorías en energía, llamado metabolismo. Cuando el metabolismo es menos eficaz, el cuerpo puede almacenar la energía no utilizada en forma de grasa. Además, dormir mal puede aumentar la producción de insulina y cortisol, lo que también provoca el almacenamiento de esta.

El tiempo que duermes también afecta la regulación de las hormonas leptina y grelina que controlan el apetito. La leptina envía señales de saciedad al cerebro.

3. No te saltes comidas

Recuerda que el objetivo final de tu cuerpo es mantenerte con vida. Tan pronto como evitas las calorías, que son literalmente la energía vital de este, hará cosas para sobrevivir. El cuerpo sabe qué alimentos son más altos en densidad de energía, y los deseará más. Así que lo mejor es satisfacer tu hambre y no permitir que tu cuerpo piense que estás en un estado de emergencia por falta de alimento. Lo ideal es comer cada cuatro horas.


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