Body positive: aceptación y amor a tu cuerpo

1.2K
Algunos queremos ser más fuertes, algunos comer más saludable y otros queremos dormir más, pero el único objetivo que todos tenemos en común es sentir más amor propio. Estar constantemente intentando cambiar la apariencia de nuestro cuerpo es estresante, destructivo y una completa pérdida de energía.

¿Estás consciente de todo el tiempo y la energía que dedicas a pensar en la apariencia de tu cuerpo o en no amar quién eres? Te darás cuenta que es mucho y probablemente no te des cuenta. Ese tiempo y energía se podrían usar en cosas más importantes como crear un emprendimiento, desarrollar relaciones satisfactorias y realmente pasar la vida sintiéndote feliz.

¿Cómo se puede salir del ciclo de no aceptación a nosotros mismos y aceptamos nuestros cuerpos como son? Investigamos las opiniones de varios expertos y nos pareció muy enriquecedora la postura de la Dra. Adrienne Youdim, internista especializada en pérdida de peso y nutrición, y autora del libro Hungry For More, que conecta el deseo de perder peso con lo que nos falta emocionalmente, es sobre todo, experta en amor propio. Sabe que no se puede alcanzar ningún objetivo de salud sin él.

Sigue leyendo para conocer los seis consejos que te ayudarán a lograr amar y aceptar tu cuerpo.

Para empezar toma en cuenta:

¿Qué significa «aceptación del cuerpo»?

Se habla mucho sobre aceptar tu cuerpo y amarte a ti mismo, pero ¿qué significa realmente? ¿Significa mirarte en el espejo y pensar que todo es perfecto, o es como cualquier otra relación romántica en la que sientes amor y respeto incondicional? Según la Dra. Youdim, la aceptación del cuerpo es diferente del amor propio, pero ambos comparten un factor importante: son incondicionales y no dependen de factores externos. Podemos aceptarnos y amarnos a nosotros mismos sin importar cómo nos veamos o cuánto pesamos.

La aceptación del cuerpo y amarte a ti mismo no significa que no tengas metas o que no estés priorizando la superación personal. Más bien, te amas y te aceptas tanto que sabes que mereces alcanzarlas.

¿De dónde viene la inseguridad corporal?

La triste verdad es que las inseguridades corporales son tan normales que es algo que nos une a otras personas. Cuando crecemos y nos acoplamos a las normas sociales, aprendemos bastante rápido que odiar nuestros cuerpos no solo es socialmente aceptable sino esperado.

Hay tanto ruido exterior que afecta la forma en que nos vemos a nosotros mismos y, en particular, cómo vemos nuestros cuerpos. No solo las redes sociales, la televisión y nuestra cultura en general dictan cómo debemos lucir, sino que muchos de nosotros incluso nos vemos afectados por las personas que amamos. Por ejemplo, una madre que lucha con la imagen corporal puede criticar su propio cuerpo o participar en estrategias de pérdida de peso poco saludables. Sus palabras y acciones son una forma de actuar como modelo que envía un mensaje a sus hijos de que un cuerpo debe verse de cierta manera para ser aceptable.

En pocas palabras: las inseguridades de tu cuerpo en realidad no tienen nada que ver con tu propio cuerpo. Vienen de la presión externa para vernos y sentirnos de cierta manera.

Los pasos para la autoacepatción

1. Empieza por ser más consciente

Esto significa saber lo que te dices a ti mismo y los mensajes que le envías a tu cuerpo. Distánciate de los pensamientos negativos. Por ejemplo, si no te gustan tus piernas o sientes que todos te miran el abdomen, fíjate en el pensamiento y luego míralo objetivamente. Pregúntate: ¿Es esta creencia realmente cierta? ¿Me diría lo mismo un amigo cercano? Luego, piensa que lo contrario es cierto, que te ves increíble, los jeans te quedan perfectamente o todos te miran simplemente por lo bien que te ves. Atrévete a imaginar una historia diferente y deja que esa nueva narrativa se mantenga. ¡Con tiempo y práctica se logra!

2. El amor propio es una habilidad, no una circunstancia

El amor propio no solo te sucede una vez que alcanzas cierto peso, ascenso o entablas una relación. El amor propio es un estado mental, es un trabajo interno, y ser demasiado crítico, aceptar creencias autolimitantes o no aceptar nuestros cuerpos puede suceder en cualquier momento.

Lo más importante es dejar de pensar que cambiar nuestras imperfecciones hará que nos amemos más y comencemos a cultivar el amor propio como somos ahora.

3. Observa en dónde se manifiesta físicamente la relación con tu cuerpo

Tu relación con la comida tiene mucho que ver con la relación que tienes con tu cuerpo. Hay una razón fisiológica por la que no podemos controlarnos en lo que respecta a la comida, y es que cuando estamos tristes, insatisfechos, ansiosos, etc., buscamos consuelo y, a menudo, recurrimos a la comida para sentirnos bien. Si bien una copa de vino o antojito dulce puede resultar reconfortante temporalmente, no soluciona lo que nos hace sentir incómodos y no satisface de lo que realmente estamos hambrientos. Esos sentimientos incómodos luego desencadenan fisiológicamente los antojos de alimentos. Observa tus antojos y trata de identificar si se trata de hambre o de algo que reconfortaría la sensación de incomodidad. Verás que con la práctica se convertirá en un hábito.

4. Prueba la meditación y la atención plena

En cuanto a las prácticas tangibles que podemos agregar a nuestras rutinas para cultivar una mayor aceptación corporal, la meditación es una buena opción. Dado que los pensamientos negativos son típicamente automáticos, ser más consciente te permitirá cambiar esos patrones. Usa afirmaciones como «me amo a mí mismo» o «mi cuerpo es saludable y poderoso» para que sea específico para la aceptación del cuerpo.

Y si meditar no es para ti, llevar un diario también es una herramienta poderosa. Escribir es una puerta de entrada a la conciencia, la autocuración y ael cambio transformador. Adquiere conciencia de tus pensamientos y patrones, establece intenciones y metas, y ofrézce compasión y gratitud.

5. Recuerda que no estás solo

Puede sonar cursi, pero cuando luchamos con problemas de imagen corporal y falta de amor propio, a menudo nos concentramos demasiado en nuestra propia experiencia. Por ejemplo, pensamos que todos nos están juzgando o que otras personas notan la inseguridad como nosotros. En realidad, nadie piensa en ti tan críticamente como tú, de hecho, todos están lidiando con sus propias inseguridades.

Cuando estés concentrado en tu cuerpo, recuerda que no estás solo. Ten presente que nadie es perfecto y todos tenemos nuestras propias inseguridades. Y luego, cambia tu enfoque a amar y cuidar a otras personas; se traducirá en amarte y cuidarte a ti mismo.

6. Practica la bondad hacia ti mismo, no el autojuicio

Lo último que debes hacer al notar tus inseguridades y pensamientos negativos es agregar aún más de lo mismo. No te enojes contigo cada vez que notes que surge un pensamiento negativo, en su lugar, practica la bondad y la paciencia contigo lo más que puedas. Observa tus reacciones cuando te sientas inseguro: ¿te sientes compasivo o estás criticando?

Por ejemplo, ¿crees que eres malo en tu trabajo, que no eres agradable o no eres tan atractivo como otra persona? Ahora piensa en cómo replantear esta creencia con una actitud de bondad. ¿Cómo reformularía este pensamiento tu mejor amiga, mamá o quien sea más amable contigo? Incluso si no crees en esto verás cómo después de suficiente práctica, eventualmente lo harás.


Close