Cómo la alimentación ayuda a combatir el cáncer

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En esta entrevista con Paola Rojas, chef vegana apasionada por la salud, nos explica cómo el pH en nuestro cuerpo es clave para combatir el cáncer.

Paola Rojas nos cuenta, cómo en su experiencia con personas cercanas, ha visto los cambios que la alimentación puede hacer en una persona que sufre cualquier enfermedad.

El cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo y se cree que cada año irá en aumento. Según un estudio del Dana-Farber Cancer Institute en Boston, únicamente del 5-10% de esta enfermedad es causado por mutaciones genéticas heredadas; se cree que entre el 70-80% está ligado a la dieta y otros hábitos como el consumo de tabaco y alcohol.

Adicionalmente, un estudio hecho por el American Institute for Cancer Research dice que el exceso de grasa corporal por sí solo causa más de 100,000 casos de cáncer cada año: esta es una buena noticia, ya que es algo que podremos cambiar y que nos permite prevenir.

¿Por qué la comida tiene un efecto tan grande en la prevención o la cura del cáncer?

Existe algo muy importante que se llama pH, esto mide que tan ácido o alcalino es nuestro sistema. Entre más alcalino, más oxígeno tiene y entre más ácido menos oxígeno. La escala es de -4.5 a +9.5, siendo 7 un nivel neutro.

¿Cómo nos afecta esto?

Nuestro cuerpo está diseñado para operar en un rango muy pequeño. Idealmente queremos estar un poco arriba de lo alcalino, con un pH de 7.365. Cuando tenemos un sistema muy ácido, esto crea estrés en el cuerpo y nos da señales de auxilio, esto puede comenzar como una alergia, acné, reflujo, etc. Si el desequilibrio persiste empezamos a ver síntomas más severos como artritis, fatiga crónica, colon irritable, un sistema inmune débil y hasta cáncer.

No solo la comida afecta nuestro pH, también el estrés, el enojo, la falta de ejercicio, el cigarro, etc. Podemos balancear nuestro ambiente interno incorporando alimentos alcalinos, como verduras, hojas verdes, legumbres, frutas y granos, también practicando ejercicio, relajación y meditación, etc.

El problema no es que comamos alimentos ácidos, el problema es que los consumimos mucho más que los alimentos alcalinos. La dieta normal para muchos consiste en 80% comida ácida y 20% de comida alcalina y cuando esta es la constante, nuestro cuerpo poco a poco pierde su capacidad de compensar y empezamos a ver síntomas. En esta tabla puedes ver un resumen de alimentos ácidos y alcalinos. Es mejor consumir con moderación los que son ácidos y si es posible, eliminarlos de la dieta.

Alcalinos

  • Almendras, nuez de Brasil, semilla de ajonjolí y linaza
  • Aguacate
  • Aceites prensados en frío de linaza y cañamo (hemp)
  • Cantidades moderadas de granos como quinoa, arroz salvaje, millet, amaranto y alforfón (buckwheat). Excepciones trigo, avena y arroz integral son moderadamente ácidos.
  • Gramas como la de trigo (wheatgrass)
  • Jugos verdes
  • Todo tipo de verdura verde pero en especial kale, espinaca, lechuga, acelgas, verdes de mostaza, repollo y envidia.
  • Limones y toronja, a pesar de que estas frutas son ácidas, tienen un efecto alcalino en el cuerpo.
  • Lentejas y variedad de frijoles, en general todos.
  • Miso
  • Aceitunas curadas en aceite.
  • Tomates crudos, tomates cocidos son ácidos.
  • Verduras de raíz como camote, papa, jícama y rábano.
  • Algas como wakame y nori.
  • Retoños (sprouts)

Ácidos

  • Alcohol
  • Proteína animal: carne roja, pollo, pescado, huevos, leche y todos sus derivados (estos alimentos son altamente ácidos)
  • Químicos, drogas, cigarros, metales, pesticidas y conservantes.
  • Café
  • Alimentos excesivamente procesados, no importa de que estén hechos.
  • Ketchup, mayonesa, mostaza (consumir ocasionalmente).
  • Algunas legumbres como garbanzo, frijol negro y soya son un poco ácidas pero son escenciales para cualqueir dieta sana.
  • Productos procesados de soya tienden a ser ácidos, consumirlos con moderación.
  • MSG (mono sodio glutamato) muy común en alimentos empacados como sopas.
  • Aceites procesados como margarina, grasas trans y aceites vegetales refinados.
  • Granos refinados como trigo y avena: pan blanco, pasta y arroz son extremadamente ácidos.
  • Gaseosas, bebidas energetizantes y bebidas de deporte.
  • Sal de mesa (sal de mar o kosher son mejores opciones con moderación)
  • Todas las nueces saladas y tostadas.
  • Azúcar blanca y sustitutos de azúcar (Splenda, Sweet and Low)

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