Un estilo de vida eco friendly se trata de llevar una vida acorde a nuestra manera de pensar y nuestro hogar. Una vida slow, sin prisas y sin demasiado exceso tecnológico. Evitando los productos tóxicos y apostando por productos y servicios responsables y ecológicos, de ser posible.
Llevar una vida eco friendly aporta beneficios tanto a tu salud, como a tu economía y al medio ambiente:
- Mejora de la salud: consumir productos orgánicos ayuda a llevar una dieta más saludable y equilibrada.
- Ahorro de dinero: la reutilización o el reciclaje pueden ser excelentes formas de ahorrar y de evitar residuos. Por ejemplo, puedes dar una segunda vida a un mueble transformándolo en otra cosa o utilizar botellas de plástico para hacer ecoladrillos o un huerto urbano.
- Reducción de residuos: ser eco friendly significa evitar consumir plásticos y reutilizar materiales para reducir los residuos que producimos.
- Disminución de la contaminación: la reducción de residuos supone la disminución de la contaminación del aire, de la tierra y del agua.
¿Quieres darle un giro más eco a tu vida?
Estos sencillos cambios te ayudarán a lograrlo:
Usa la energía solar
En casa aprovecha todo lo que puedas la luz del sol para iluminar. Si es posible impleméntala también para calentar el agua o generar electricidad. Unas placas solares son una buena alternativa, aunque la instalación sea un poco costosa, a la larga compensa.
Haz tus productos de limpieza
Puedes hacer de una forma sencilla tu propio jabón o el ambiental, con ingredientes que siempre tienes en casa, como el bicarbonato o el vinagre. Por ejemplo si quieres elaborar tu propio desinfectante, aquí puedes encontrar una maravillosa forma: DIY desinfectantes naturales.
Purifica el aire con plantas
Puedes crear un auténtico pulmón verde reuniendo varias plantas de estas en un rincón. Colócalas a varias alturas y juega con sus tamaños.
Toma consciencia de tus compras
Sobre todo, a la hora de comprar cosas que no necesitas. Antes de adquirir algo haz la prueba de las 24 horas para saber si realmente lo necesitas. Si pasado un día sigues pensado en esa prenda u objeto, adelante. Cuando se trata de ropa, comprueba siempre en casa si ya tienes algo sospechosamente parecido. Suele pasar.
Usa bombillas LED
Una bombilla led tiene una duración aproximada de 70.000 horas, y no contienen tóxicos que sí tienen las de bajo consumo.
Las tres R
Las clásicas 3 R se han multiplicado y, ¡ahora son siete! Las primeras son: R de reducir y usar solo lo necesario; R de reciclar y aprovechar los objetos y R de reutilizar los productos. Las nuevas erres son: reflexionar antes de consumir; rechazar los productos que no sean eco; redistribuir la huella ecológica; y reclamar a quienes no tienen conductas ecológicas.
Usa regletas
Hay aparatos de casa que se quedan con el piloto encendido, aunque estén apagados, y siguen consumiendo electricidad (como la TV). ¿El truco para evitar esta fuga de energía? Coloca una regleta con interruptor y apágala de noche.
Ni gotas, ni fugas
No dejes que ningún grifo de tu casa pierda agua y ¡arréglalo de inmediato! Una gota por segundo resulta en 30 litros de agua al día. Y lo mismo pasa con el depósito del inodoro, ese hilito de agua son 12 litros cada hora.
Frutas y verduras de estación
Es un consejo clásico porque tiene su razón, y es que además de ser más ricas y más baratas, no han tenido que atravesar el planeta, lo que genera 1.700 veces más emisiones de CO2 que si recorren unos kilómetros por carretera.
¿Conoces la dirty dozen, 15 clean? Te será de gran ayuda para este propósito.
Olvídate de las baterías de usar y tirar
Se calcula que una sola de ellas puede contaminar 600.000 litros de agua. Por eso es importante tirarlas en contenedores específicos. Utiliza en su lugar pilas recargables, no generas residuos ni contaminas.
Aprovecha el horno
Es el electrodoméstico responsable del 8% del consumo de la casa, por eso, cuando lo uses sácale el máximo provecho cocinando de una vez el mayor número de alimentos, aprovechando el calor residual para acabar las cocciones o no abriendo y cerrando la puerta repetidamente (esta acción le hace perder un 20% de la energía que acumula en su interior)
No tires el aceite
Mucho menos por el desagüe, ya que desde este punto llega al mar y es muy contaminante. Ten una botella a mano para acumularlo y luego llévalo a un lugar especializado para reciclarlo como debe ser.
Para guardar
Los contenedores de vidrio no cambian el sabor de los alimentos ni desprenden partículas. A la hora de envolver, no uses papel de aluminio. Es un residuo muy contaminante, así que busca alternativas. Ahora hay bolsas especiales reutilizables muy fáciles de lavar.
Electrodomésticos A+++
Los aparatos eficientes son siempre la mejor elección. Aunque son más caros, a la larga el ahorro de energía que representan vale la pena. Además, contaminan menos. Para que tu refri no trabaje de más, evita ponerla cerca de una fuente de calor y no dejes la puerta abierta. Pon lavavajillas y lavadora a carga completa.
Usa la secadora solo cuando sea necesario
Siempre que puedas tiende al aire libre (o dentro de casa). Según Greenpeace, las secadoras emiten cerca de 300 kilos de CO2 al año, a la vez que gasta unos 40 kWh.
Evita planchar la ropa
Es uno de los pequeños electrodomésticos que más consumen, una hora de plancha equivale a 20 de TV o 7 de computadora. Por ello, evita calentar la plancha para una sola prenda. Acumula un poco de ropa y, entonces, hazlo de una pasada. Y para lo menos arrugado, te bastará con el calor residual de la plancha.
Si quieres ser un consumidor verde pero estos tips te parecen complicados para empezar, te proponemos que comiences por el consejo número de las tres R, estas contribuyen a cuidar el medio ambiente y, de paso, ayudan en tu economía. Es más sencillo de lo que crees.
