Vence la montaña rusa emocional de la pérdida de peso

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La pérdida de peso no es solo un ajuste físico, también es psicológicamente compleja y es posible que no siempre produzca tanta felicidad como una persona espera.

Sin duda, los altibajos emocionales del proceso de pérdida de peso pueden hacernos este proceso un poco más difícil. Cuando has vivido con exceso de grasa corporal, perder peso puede parecer un gran logro, pero el viaje para llegar a tu meta puede ser similar a una montaña rusa de emociones que te pondrán retos extras.

Estas son algunas de las situaciones que puedes encontrar y lo que puede hacer al respecto.

Se necesita tiempo para ver los resultados

Cuando trabajas muy duro en el gimnasio y comes bien, puede resultar frustrante no ver los resultados tan rápido como deseas o, peor aún, darte cuenta que la pérdida de peso comienza a disminuir. Al principio, es posible que descubras que el número en la báscula baja bastante rápido, pero que comienza frenarse después de un tiempo, a pesar de que estás trabajando igual de duro. Es importante que sepas que el músculo pesa más que la grasa, por lo que si estás desarrollando músculo es probable que tu peso incluso aumente.

Es perfectamente normal, en particular en las mujeres, que el peso fluctúe hasta 10 libras por mes, especialmente alrededor del período. Trata de no utilizar la báscula como principal medida de tu progreso. Cámbiala por una cinta métrica, que es una forma mucho más precisa de realizar un seguimiento.

No caigas en la tentación de excederte en el gimnasio para perder peso más rápido, ya que esto puede provocar agotamiento y hacer que no quieras volver.

Lo que puedes hacer:

  • Recordar que el músculo pesa más que la grasa.
  • Encuentra alternativas para cuando no puedes hacer tu entrenamiento habitual. Por ejemplo: camina, baila o nada, solo no dejes de moverte.

Problemas de pareja

Cuando has realizado cambios en tu rutina pero tu pareja no, podrían aparecer ciertas fricciones entre ustedes. Muchas relaciones se basan en la comida; salir a comer o crear vínculos afectivos durante las comidas, por lo que si ya no se unen por esto, es posible que haya un desequilibrio en su relación. Trata de encontrar alimentos que ambos disfruten y que también sean saludables. Si comparten el amor por la pizza, ¿por qué no intentan cocinar juntos una versión más saludable? También disfrutarán de tiempo de calidad y es posible que pasen más tiempo juntos.

Con suerte, en algún espacio de tu nueva rutina, ya sea cocinar, caminar o tomar una clase juntos, podrán encontrar un nuevo pasatiempo que ambos disfruten.

Lo que puedes hacer:

  • Encuentra otro interés común que no sea la comida.
  • Dediquen tiempo de calidad el uno al otro.
  • Intenten encontrar un nuevo pasatiempo para hacer juntos acorde su nuevo estilo de vida.

Cambios de humor

Aunque llevar un estilo de vida más saludable debería mejorar tu estado de ánimo a largo plazo, al principio puede resultar difícil adaptarse a los cambios en tu dieta y rutina. Es posible que te sientas estresado al tener que luchar contra la tentación de consumir tus comidas o bebidas habituales. También podrías sentirte irritable a medida que tu cuerpo se acostumbra a consumir menos azúcar.

Si te sientes constantemente hambriento e insatisfecho durante el día, especialmente si estás mareado o aturdido, probablemente no estés consumiendo suficientes calorías. Asegúrate de alimentar tu cuerpo con los nutrientes adecuados para mantener altos tus niveles de energía.

Lo que puedes hacer:

  • Establecer una rutina a largo plazo.
  • Ten paciencia y espera a que tu cuerpo se adapte.
  • Asegúrate de consumir suficientes calorías.

Exceso de piel

Perder una gran cantidad de grasa corporal requiere mucho trabajo y es un gran logro, pero a veces puedes quedarte con exceso de piel. Para minimizar esto, trata que la pérdida de peso sea de manera constante y lenta. Alrededor de 1 a 2 libras por semana le darán tiempo a tu piel para adaptarse.

Es posible que con el tiempo descubras que la piel flácida se vuelve menos notoria, pero si no, la cirugía es una opción para algunas personas. Los cirujanos generalmente recomiendan esperar al menos un año antes de considerarla, para que se estabilice tu peso. Cualquier cirugía tiene riesgos, así que considera si esta opción es adecuada para ti.

Recuerda celebrar el hecho de que estás mucho más saludable por dentro y por fuera y eso es lo más importante.

Lo que puedes hacer:

  • Bajar de peso lenta y constantemente.
  • Recuerde que está más saludable y eso vale mucho la pena.

Comer por ansiedad

Cuando estás en un plan de pérdida de peso y estás fuera de casa, puede ser difícil evitar las tentaciones, especialmente si todos los que te rodean comen poco saludable. Intenta comer conscientemente, no emocionalmente y toma decisiones con las que estarás satisfecho más adelante.

En primer lugar, reconoce cuándo estás «comiendo emocionalmente». Esto generalmente se relaciona con el estrés, el aburrimiento o tiene como objetivo recompensarte a ti mismo en lugar de satisfacer el hambre. Por ejemplo, conducir durante cuatro horas y decidir parar y premiarte con un chocolate caliente y galletas. Este tipo de hambre estará en la cabeza, en lugar del hambre real que aparece lentamente y se localiza en el estómago.

Para evitar elecciones poco saludables, planifica tus comidas con antelación y, si vas a salir, lleva contigo una lonchera con tu comida o come antes de salir, para no caer en la tentación. Establece un horario para tus comidas para evitar sentirte hambriento y buscar alimentos no saludables. Come con atención y concéntrate en lo que estás haciendo.

Si cedes y tomas una barra de chocolate o una copa de vino, no te castigues. Recuerda, se trata de equilibrio y de poder mantener tu nuevo estilo de vida a largo plazo, por lo que a veces las golosinas están bien.

Lo que puedes hacer:

  • Ten en cuenta tus antojos.
  • Planifica tus comidas con antelación.
  • Mantén horarios regulares para comer.

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