Nuestros fieles amigos necesitan cuidados importantes para estar sanos y felices. Además, estos sencillos hábitos de higiene también ayudarán a que nuestra casa esté libre de aromas o evitemos problemas un poco más serios.
Su lugar para dormir
Un lugar importante para tomar en cuenta en nuestra rutina de limpieza, es la cama de nuestro perro. Esta debe mantenerse aseada y lo ideal es que cada quince días, la lavemos. Idealmente debemos pasar primero la aspiradora por la colchoneta. Este paso nos permitirá eliminar gran parte de los pelos. Luego de esto, es importante remojarla en agua caliente y jabón. Muchos expertos recomiendan que para esta limpieza evitemos los productos con amoníaco, pues estos pueden producir alergias o lastimar la piel de nuestro can.
Así como es importante lavar la colchoneta o cama de nuestra mascota, es vital secarla bien. Si por cualquier razón no puede hacerse en la secadora, asegúrate de exponerla muy bien al sol para librarla de toda humedad, pues esto también puede causarle problemas a tu perro.
Perros y dueños felices
Nos encanta que nuestra mascota esté junto a nosotros cuando leemos un buen libro, vemos televisión o simplemente reflexionamos. Sin embargo, a veces nos percatamos que nuestra casa huele más a perro de lo que quisiéramos. Para absorber estos olores puedes usar el poderoso bicarbonato de sodio.
Lo único que debes hacer es espolvorear un poco en los espacios que tu mascota frecuente más. Ideal si puedes dejarlo durante toda la noche. A la mañana siguiente, aspíralo y notarás la diferencia. El bicarbonato también puedes aplicarlo en alfombras y sillones. Para eliminar el olor de su cama, puedes seguir el mismo procedimiento con la diferencia que en lugar de dejarlo durante la noche, lo puedes esparcir mientras sacas a pasear a tu perro y luego de una hora puedes aspirarlo. La diferencia en el procedimiento es para evitar que tu mascota ingiera bicarbonato pues puede hacerle daño.
La comida bien guardada
Uno de los mandamientos es reservar adecuadamente el concentrado de nuestro perro, pues esto evitará que otros animales se interesen en él (por ejemplo, los ratones) o bien, que la comida se eche a perder y sin darnos cuenta le provoquemos algún padecimiento estomacal a nuestro can. El consejo más práctico es colocar la comida en un recipiente hermético. En este puedes guardar el concentrado con todo y bolsa. La idea de guardarlo en este tipo de recipientes es evitar la humedad, pues esto puede provocar que se pudran antes de su fecha de vencimiento.
Además, es importante mantener limpio los platos de nuestras mascotas. Lo ideal es lavarlos a diario con un jabón suave, pero si no tienes tiempo puedes programarlo cada cierto tiempo utilizando vinagre blanco caliente. Solo debes llenar los platos con este ingrediente, dejarlos así por una hora y luego eliminar los residuos con una esponja. Después, lava el plato con un jabón suave para trastos y agua caliente.
