Las personas necesitamos establecer vínculos de amor, respeto y protección hacia quienes amamos, es algo necesario. Lo que debemos tener claro es que estas relaciones deben ser saludables y, a su vez, ofrecernos cierto espacio personal, cierta autonomía.
El desapego no implica renunciar a los sueños de tener todo aquello que deseamos. Lo importante es no sentir miedo de perder lo que se tiene. La palabra desapego se relaciona con dejar ir lo que te atrapa, lo que te ata, lo que no te deja estar libre, lo que te esclaviza, ya sea un bien material o una relación de la que sientes depender para sentirte feliz.
Aquí 3 pasos para ejercitarlo:
HAZ LAS COSAS DE FORMA DIFERENTE
Esto es más simple de lo que parece, por ejemplo, intenta un fin de semana hacer algo que no implique el uso de dinero. Te permitirá ver que otra manera de vivir y relacionarse con el mundo es posible.
SE FELIZ POR EL HECHO DE SERLO, NO DEPENDIENDO DEL RESULTADO
Estamos acostumbrados a otorgarle emoción a una determinada situación… Si nos compramos una casa, entonces somos felices. Lo ideal es educarnos a ser felices por estar con nuestros seres queridos, por compartir un día de sol o lluvia, por las cosas sencillas que son las que en definitiva deberían valer la pena.
DAR
La mejor manera de ejercitar el desapego es dando. Dar con amor y verdadera generosidad. Esta actitud es muy poderosa ya que estaremos vibrando tan alto que recibiremos lo mismo que somos capaces de dar.
Al usar tu libertad con responsabilidad dejas de mirar afuera y ves en ti lo que puedes elegir, hacer cambios y descubrir el sentido de tu vida. Te enfocas en tus propias actitudes y dejas de esperar de los demás, te apropias de tus decisiones y logras relaciones sanas y libres de control.
