Es una fuerza interna que te impulsa a continuar sin rendirte y obtener lo que quieres. Es mantenerte firme en un proyecto a pesar de las dificultades que se presenten. Una persona que se entrena para una maratón ejercita esta virtud, ya que se prepara por determinado tiempo poniendo todo su esfuerzo y su pasión.
¿Cómo puedes practicarla?
Busca el objetivo, decide qué es lo que quieres y planifica el camino. Nunca es tarde para realizar tus sueños.
- Identifica cómo procederás en cada situación.
- Alcanza tus resultados con base a la dedicada y constante actividad.
- Conoce tus limitaciones y busca la forma de superarlas.
- Analiza tus debilidades y acéptalas.
- Adáptate a los cambios, escucha las sugerencias de los demás y modifica tus estrategias.
- Busca donde está la falta sin necesidad de encontrar culpables.
Necesitas varios ingredientes
- Voluntad decidida, es decir, querer hacerlo.
- Práctica constante, cuando no se consigue el objetivo, es porque se deja de luchar.
- Autoconfianza, cree en ti mismo.
- Paciencia, una actitud positiva para cambiar lo que puedes cambiar y para aceptar lo que no está en tus manos mejorar.
Como dice Mahatma Gandhi: “Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa”.
Muchas personas se desaniman y terminan abandonando sus sueños al experimentar dificultades. Algunas no soportan los momentos de oscuridad y finalmente se rinden. Puedes aumentar tu tenacidad cuando le inyectas pasión a lo que haces, poniendo todo tu tiempo y esfuerzo para realizarlo; cuando incluyes la autodisciplina, piensas en positivo, y sobretodo agregas optimismo y entusiasmo.