Hábitos de sueño en el bebé

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Estructurar las horas de sueño es indispensable para que el bebé no solo descanse y duerma mejor, si no que, en sus horas de vigilia, esté atento y receptivo.

En promedio un bebé duerme 16 horas diarias aunque algunos pueden llegar a 20 y otros no superar las 14. Algunos niños se duermen con facilidad, otros pelean por no dormir. Formar hábitos de sueño requiere de trabajo y disciplina de los padres. No es complicado, pero sí es necesario  el compromiso y la determinación. Si no estás dispuesto recuerda: el bebé estará irritado, no comerá bien y sus períodos de atención no serán productivos. No dormir afecta su calidad de vida y la tuya.

Los expertos dicen que el no trabajar en los hábitos de sueño puede conllevar a hiperactividad, obesidad y depresión. Los padres necesitan saber que cada etapa requiere de un período de sueño que depende de su reloj interno o el ritmo circadiano que ayuda a relajarse y a dormir. Es natural que el bebé se despierte durante la noche, pero si está habituado a dormirse solo en su cuna esto no será un problema, porque sabrá cómo volver a dormirse solo.

Establecer el reloj interno

Los recién nacidos pasan las primeras semanas alternando entre períodos de 3 y 4 horas de sueño con una a dos horas despiertos. No es si no hasta los 2 o 3 meses que el ritmo circadiano se activa y el ciclo del sueño se organiza con períodos más largos y dos siestas durante el día. La mayoría de los bebés logran dormir toda una noche a partir de los 9 meses, algunos les puede tomar hasta 12. Otros lo logran desde los 6. Cumplido el primer medio año de vida, un bebe ha de ser capaz de dormirse solo, en su propio cuarto, a oscuras y de un tirón, (de 11 a 12 horas seguidas) Si esto no lo ha logrado, es que no ha aprendido el hábito de dormir.

Se pueden tomar unos pasos para ayudar a que los bebés duerman, ya que el ritmo circadiano responde al entorno. Los padres deben exponer al bebé a la luz del día y bajar luces y sonidos al final de la tarde. Una vez sea la hora de dormir, se recomienda que la habitación esté oscura. No es aconsejable colocar ningún tipo de luz tenue en la habitación ya que esto no ayuda con la higiene del sueño del bebé. Para lograr buenos hábitos de sueño es importante establecer una rutina de 15 minutos a media hora de relajación que puede incluir un baño tibio, canciones o lecturas logrando que asocie la cuna con el momento de dormir.

Hay expertos que recomiendan dejar llorar al bebé unos pocos minutos para que aprenda a quedarse dormido, pero también existen opciones para lograrlo sin lágrimas. Cualquiera que sea la opción que escojas, lo más importante es que seas constante y disciplinado para lograr la meta.

Es importante recordar que no hay un método único que funcione con todos los bebés o incluso para un bebé todo el tiempo. Tienes que conocer a tu bebé, ser flexible y ver qué es lo que funciona para ti.

Los defensores de los métodos para dormir sin llorar admiten que este enfoque lleva un tiempo, probablemente más que las técnicas de enseñar a dormir dejando llorar, pero aseguran que a la larga es menos traumático para bebés y padres.

¿Qué es lo que dicen los expertos en dormir sin llorar?

Hay varios expertos en cuestiones de sueño que han escrito libros a favor de los métodos para dormir sin llorar. El pediatra William Sears, la educadora de padres Elizabeth Pantley y la enfermera Tracy Hogg son tres de los más conocidos.

El método del Dr. William Sears

El pediatra y autor de The Baby Sleep Book, hace hincapié en una forma de enseñar a dormir centrada en el niño. Recomienda ayudar al bebé con paciencia a que aprenda a dormir según su propio ritmo y anima a los padres a que duerman con sus bebés y a que los acunen y les den el pecho hasta que el bebé se duerma, así como otras formas de contacto cercano para crear asociaciones positivas a la hora de irse a dormir y hábitos saludables más adelante.

El método de Elizabeth Pantley

Educadora de padres y autora de The No-Cry Sleep Solution, Elizabeth Pantley, ofrece un aprendizaje gradual de todos los aspectos del sueño, adaptado a las necesidades de tu bebé. Recomienda acunar y alimentar al bebé hasta el punto de que esté adormecido antes de ponerlo a dormir y responder inmediatamente si llora.

Insiste en que los padres deben mantener una lista con las horas de sueño por la noche, las veces que se despierta y las siestas. Pantley describe un proceso de seis pasos para enseñar a un bebé a dormir en su cuna.

El método de Tracy Hogg

Enfermera licenciada y co-autora de Guía práctica para tener bebés tranquilos y felices (Secrets of the Baby Whisperer). Tracy Hogg está de acuerdo con Sears en que las asociaciones con la hora del sueño tienen que ser positivas, pero no está de acuerdo con sus técnicas. Desaconseja dejar que tu bebé dependa de claves como darle el pecho, darle palmaditas suaves en la espalda o acunarlo para que se duerma. En vez de esto, Hogg recomienda tomar en brazos a tu bebé si llora, calmarlo y ponerlo de nuevo a dormir tantas veces como sea necesario. Sus técnicas están entre la crianza de apego, como la que promueve el Dr. Sears, y las técnicas de enseñar a dormir dejando llorar (como el método de espera progresiva que popularizó el especialista en sueño Richard Ferber).

Consejos prácticos para encontrar una solución sin llorar

  • Establece un horario de siestas regular. Una rutina de sueño consistente durante el día puede ayudar a regular el sueño durante la noche.
  • Pon a tu bebé en la cama temprano, 6:30 o las 7:00 p.m. No caigas en la trampa de mantenerlo despierto para que esté más cansado. Un bebé que está demasiado cansado puede tardar más en dormirse.
  • Introduce cambios lentamente. Si tu bebé se acuesta tarde, no desplaces su hora de ir a la cama de un día a otro. Mejor adelanta la hora de acostarlo un poco cada noche hasta que llegues a la hora que funciona mejor para ti y para él.
  • Crea algunos “sonidos claves” como Pantley los llama, para indicar a tu bebé que es hora de irse a dormir. Un sonido puede ser tan simple como “Sshhhh” o decirle suavemente la frase “Es hora de dormir”. Repite el sonido o la frase cuando estés calmando a tu bebé para que la asocie con el sueño.
  • Crea un ambiente para dormir cómodo y adaptado a tu hijo. Algunos bebés necesitan más silencio y oscuridad que otros. Las grabaciones de música suave, los sonidos de la naturaleza o el sonido de agua de un acuario pueden ser tranquilizadores. No le pongas demasiada ropa ni recalientes el cuarto.
  • No respondas a cada ruidito que haga tu bebé. Aprende a distinguir un llanto verdadero de una queja adormilada. Si no estás segura, está bien esperar un minuto fuera del cuarto para no despertarlo, si es que está dormido.

Recuerda, tu bebé no solo está soñando

El sueño es un factor importante en el crecimiento y desarrollo de tu hijo. Esto es lo que sucede en su cuerpo cuando él duerme:

  • Sus órganos vitales descansan.
  • El sistema inmune se fortalece.
  • Ayuda a mantener las hormonas del apetito estables.
  • Las neuronas del cortex se recargan.
  • Reduce el estrés.

Esto es lo que sucede con los lactantes y niños pequeños que presentan problemas en la higiene del sueño:

  • Llanto fácil
  • Irritabilidad y mal humor
  • Falta de atención
  • Dependencia mayor de quien le cuida generando momentos de ansiedad innecesarios
  • Posibles problemas del crecimiento

Aunque todavía no se sabe mucho sobre los efectos de la falta de sueño en la salud infantil, es indudable que un niño «estresado» no tiene las mismas defensas que otro que descansa bien y una de las consecuencias que sí han podido comprobar es que la hormona del crecimiento, también llamada Hormona somatotrópica o GH, se segrega, sobre todo, durante las primeras horas después de iniciado el sueño, por lo que si está distorsionado, la secreción puede verse alterada y, en consecuencia, puede alterar su crecimiento.


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