Motiva a tus hijos a soñar

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Cuando empezamos a formar una familia, lo primero en lo que se ponen los ojos es en el cónyuge, esa persona que nos anima a soñar con un proyecto a largo plazo, que incluye, no solo nuestra propia felicidad, sino la de los nuestros.

Conforme pasa el tiempo, las situaciones familiares de cada día, van desarrollándose de forma generalmente rápida y sorprendentemente el tiempo se va volando. Si los padres de familia, tienen clara la importancia de formar en sus hijos un sentido de vida que les permita ir alcanzando pequeñas metas, acorde a su edad, entonces les será relativamente fácil mantenerlos motivados para continuar.

Cada etapa de la vida (infancia, niñez, adolescencia, adultez, ancianidad) tiene sus luces y sombras; solo los padres tenemos la capacidad de conocer y reconocer los talentos de cada uno de nuestros hijos, para ir estableciendo diferentes metas que sean capaces de alcanzar y disfrutar el placer que ello conlleva.

Para ello se requiere que los padres de familia seamos los primeros en tener sueños, ideales, metas que queramos alcanzar y por las que nos esforzamos y sobre todo, por las que nuestros hijos nos ven luchar con alegría.

En la actualidad, llevamos un ritmo acelerado en la vida y si no nos detenemos a pensar en las cosas importantes que debemos hacer cada día, seguramente nos entretendremos solamente en las urgentes. Detenernos a pensar: ¿Para qué trabajamos? ¿Para qué nos afanamos en tal o cual cosa? ¿Qué sentido tiene mi familia? nos permite valorar lo esencial y priorizarlo.

Cuando nos preguntamos, ¿hacia dónde quiero llevar a mis hijos?, las respuestas son muchas, pero no debemos olvidar que el camino de la felicidad pasa por el buen vivir y el buen obrar.

Cada hijo tiene diferentes sueños, porque cada hijo es único e irrepetible; por ello, solo los padres somos capaces de acompañarles en ese descubrimiento, y cuanto antes, mejor.

Enseñar a los hijos a soñar es una habilidad que los padres debemos desarrollar, junto con la educación de las virtudes, pues se requiere de un trabajo intencionado y con el fin en mente; pues solo así, aprovecharemos todas aquellas circunstancias que nos permitan enriquecer el bagaje de nuestros hijos hacia la búsqueda de su propia felicidad.

Para ello, se requiere educar la voluntad y asombrosamente los pilares de la educación de la voluntad son: orden, constancia, ilusión y motivación.

Una persona motivada con sueños, ideales, ilusiones, seguramente llegará lejos y ese es el interés, que los hijos lleguen lejos, muy lejos.

Todo hábito requiere de un esfuerzo sistemático e intencionado, por lo que te dejo algunas ideas prácticas que te permitan mantener el ojo en la mira, para que tus hijos estén motivados en la búsqueda de sus sueños.

Algunas ideas efectivas (si las pones en práctica)

  • Asegúrate de tener un Proyecto Personal de Vida y un Proyecto Matrimonial, rico y ambicioso, de tal forma que tu lucha por ser mejor y alcanzar tus metas, sea ardua; solo así enseñaras a tus hijos, que lo valioso vale la pena y da grandes satisfacciones.
  • Habla con tus hijos periódicamente y de forma constante, solo así conocerás sus corazones y sus pensamientos, con los que podrás ayudarles a construir sus sueños.
  • No desaproveches el tiempo pensando en que son muy pequeños para construir con ellos su Proyecto Personal de Vida, si se acostumbran a una corta edad (8 o 9 años), les será mucho más fácil plantearse metas por alcanzar.
  • Enséñales que el fracaso es solo un paso para conseguir sus metas, enséñales a que deben levantarse en cuanto se caen.
  • Hablen de sus proyectos de familia, de sus sueños, de sus anhelos, pues solo así lo verán como algo natural en la vida de las familias.
  • No permitas que nada ni nadie les robe sus anhelos y enséñales a que ellos sean los guardianes de sus propios sueños.

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