¡De vuelta al colegio!

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A medida que se acerca el momento de regresar a clases, los niños y los padres tienen emociones encontradas. A pesar de esto, y no importando cómo se desarrolle el calendario escolar, los niños necesitan apoyo y motivación.

Si tus hijos están por regresar al colegio, prepararlos para el cambio y ayudarles a abordar cualquier temor que tengan sobre el regreso, es un tema obligatorio. Según varios psicólogos podrían haber tres grandes razones por las que los niños estén ansiosos al volver al colegio:

  • Preocupaciones académicas: algunos niños pueden sentirse ansiosos por no estar preparados para las demandas académicas debido a las dificultades con el aprendizaje en línea. Estas inseguridades pueden verse agravadas por cierta pérdida de conocimiento en matemática y lectura, especialmente en primaria. Para aquellos que ya han estado asistiendo al cole y solo han tomado una pausa, la desconexión de las vacaciones de más de tres semanas siempre es un reto, ya que los hábitos se pierden y lleva trabajo retomarlos.
  • Preocupaciones sociales: si bien muchos niños esperan volver a ver a sus compañeros, otros pueden tener miedo. Michele Borba Ed.D, autora de UnSelfie, dice: «Los introvertidos pueden haber estado muy seguros en casa con su familia y en su entorno de confianza; y estar especialmente ansiosos por regresar a la escuela». Incluso los niños a los que les encantaba pasar el rato con amigos pueden sentirse incómodos después de meses de distanciamiento.
  • Miedo a enfermarse: después de tanto tiempo insistiendo en el distanciamiento social y todas las medidas, es comprensible que los niños tengan miedo de enfermarse cuando regresen al colegio. El miedo es especialmente intenso para los niños que han perdido seres queridos, viven con alguien con problemas de salud o están inmunodeprimidos. En esto, la familia es clave, una actitud positiva será de gran ayuda.

¿Cómo puedes ayudar a los niños a prepararse?

Los niños prosperan gracias a la previsibilidad y la rutina, las cuales, en cierta manera, se han perdido. Para recuperar su sentido de control, necesitan estar preparados para lo que pueden esperar de este regreso y comprender cualquier cambio. También necesitan un entorno seguro para expresar sus preocupaciones. Estos son algunos consejos que pueden ayudarte:

Prepáralos para los cambios

Es posible que el colegio no vaya a verse como antes. Asegúrate de que los niños estén preparados para esto. Conversa con ellos y trasládales la información que el colegio te ha enviado, según su edad y madurez. Esto evitará que el primer día que regresen a clases se sorprendan por los cambios.

Retoma hábitos y rutinas

Vuelve a establecer la hora de dormir y despertar una o dos semanas antes de que comience el colegio para acostumbrarlos a tener un horario. Si les preocupa estar atrasados ​​académicamente, pídeles que lean un poco más, practiquen matemática o contrata a un tutor para que trabaje con ellos. Eso hará que se sientan más seguros.

Algunos psicólogos aconsejan que se ayude a los niños a prepararse por etapas. Por ejemplo, no permitas que el primer día de clases sea la primera vez que vean a sus compañeros. Organiza una salida para que se vean antes de que empiecen las clases. Practica el uso de la mascarilla durante una hora, luego dos y así sucesivamente. Si a tu hijo no le gusta, recuérdale que todos estarán en la misma situación.

Calma las preocupaciones sobre la salud

Comparte información apropiada para la edad de los niños, y sobre todo de fuentes confiables. Recuérdales las medidas que deben seguir, si bien no podemos garantizar la seguridad, podemos hablar con nuestros hijos sobre la idea de una ‘precaución razonable’, que implica encontrar un término medio donde no somos peligrosamente casuales, pero tampoco nos paralizamos por el miedo.

Conversen sobre los miedos

Pregúntale a tu hijo cómo se siente acerca de regresar. Un diálogo abierto entre padres e hijos es fundamental. Los niños al compartir sus miedos en voz alta pueden recibir tu ayuda para comprenderlos mejor, y ser capaces de eliminar aquellos que son irracionales y centrarse en encontrar soluciones.

No esperes lo «normal» de inmediato

Los chicos pueden preocuparse por estar al día académicamente o estar estresados ​​por los cambios. Sé empático y comprensivo. Recuérdales que algunos eventos se han perdido, pero que gran parte de su antigua vida volverá con el tiempo. Explícales que pueden necesitar un poco de tiempo para sentirse seguros, que puede que no obtengan calificaciones estelares de inmediato o no se sientan cómodos yendo a una fiesta en la casa de alguien, y eso está bien.

Maneja tu propia ansiedad

Existe un concepto en psicología llamado referencia social. Por ejemplo, cuando un niño ve a un perro por primera vez, mira al perro y luego se fija en la reacción del adulto para ver si debería tener o no miedo. Si el adulto está tranquilo y positivo, es más fácil que el niño se acerque al perro. Lo mismo ocurre con el regreso al colegio, los niños observarán la reacción de sus padres para medir su grado de seguridad. Cuanto más tranquilo estés, más fácil será para ellos hacer esta transición.

Además, controlar tu ansiedad te permitirá escuchar con eficiencia a tus hijos y ayudarlos si no tienen sus emociones bajo control.

¿Cuándo buscar ayuda?

Se debe esperar cierto grado de nerviosismo por el regreso a clases. Para determinar si la ansiedad de tu hijo es un problema más importante, evalúa esto:

  • ¿El comportamiento de tu hijo es abismalmente diferente a su comportamiento normal y típico?
  • ¿Esta ansiedad dura demasiado tiempo (todos los días durante al menos dos semanas)?
  • ¿Se “extiende” a otras áreas (colegio, amigos, actividades, hogar)?

Los signos pueden variar de un niño a otro, pero generalmente pueden incluir: dolores de cabeza, dolores de estómago, incapacidad para dormir o dormir demasiado, no comer o no querer hacer las actividades que solían disfrutar. Puedes ver que tu hijo se resiste a ir al colegio, discute o inventa excusas para quedarse en casa.

Al final, la mejor herramienta a disposición de los padres cuando se trata de volver al colegio es el tiempo. Podemos tener mucha empatía con ellos, pero también debemos confiar en su capacidad para hacer frente a esa transición.


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