Noches de estrellas

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En las vacaciones o los fines de semana, los chicos tienden a acostarse más tarde de lo usual. La mayoría de veces porque quieren ver una peli o hacer algo divertido. ¿Qué te parece darle un giro a los planes de siempre y salir al jardín a tener un encuentro con las estrellas?

Quizá al principio les parezca aburrido, pero si lo planteas adecuadamente, puede ser el inicio de un entretenido hobby y un buen plan en familia. No es necesario que salgas corriendo a comprar el telescopio más caro o la última guía para observar las estrellas, bastará con un par de buenos binoculares, un mapa estelar  y mucha imaginación a la hora de ver hacia arriba.

Según Edgar Castro, presidente de la Asociación Guatemalteca de Astronomía (AGA) y astrónomo aficionado de toda la vida, para empezar a observar el espacio, son mejores los binoculares que los telescopios, pues ofrecen un campo de visión más amplio. Ello permitirá a los niño ubicar sus primeras constelaciones con lo cual se sentirán emocionados y querrán seguir haciéndolo.

¿Qué debemos buscar?

Antes siquiera de salir al jardín, vale la pena comenzar con algunas explicaciones sencillas. Por ejemplo, que la Tierra pertenece a un sistema solar donde hay otros ocho planetas; que este sistema solar es parte de una galaxia conocida como Vía Láctea, y que esta galaxia es sólo una de las millones que componen el Universo.

Luego, explícale que esos centenares de puntos brillantes que vemos en el cielo nocturno son estrellas, es decir, soles parecidos al nuestro. Debido a que están formados de gases (el hidrógeno se transforma en helio de manera constante), producen enormes cantidades de energía, que es la luz que vemos.

Estas estrellas están muy alejadas unas de otras, y, sin embargo, parecieran tomar diferentes formas que son posibles de observar, en especial en las noches de verano e invierno. Dichas figuras son mejor conocidas como constelaciones y todos hemos oído hablar de ellas: Osa Mayor, Osa Menor, Casiopea, Hércules, Pegaso, Orión, etc. Estos nombres surgieron en culturas tan antiguas como la griega, cuyos astrónomos decidieron identificar a las estrellas que veían constantemente, con nombres de dioses, animales y objetos.

De acuerdo con Castro, el mapa estelar básico contiene unas 20 constelaciones, aunque con el equipo adecuado son visibles 88. Cada noche, el reto puede ser quién localiza primero alguna de estas figuras, dice. Para ubicar a Orión, por ejemplo, es necesario un poco de imaginación y encontrar las tres estrellas alineadas que forman una especie de cinturón. Otros puntos de referencia son Betelgeuse, que asemeja el hombro de Orión y Rigel, en la parte de abajo que pareciera ser su talón.

Y así como ubicaste a Orión, puedes ubicar la Osa Mayor. Según Castro, cuando les hablan a los niños sobre esta constelación les dicen que se parece a una cometa. Además, con ella puedes ubicar los cuatro puntos cardinales, dice Castro, con lo cual siempre sabrás dónde estás y hacia dónde debes ir. Así lo hicieron los viajeros en la antigüedad: veían hacia la bóveda celeste para orientarse cuando no podían ver las referencias terrestres.

Un poco más arriba se encuentra la Osa Menor, en cuya cola pareciera brillar la Estrella Polar. Frente a ella se encuentra la constelación del Dragón; tiene una cola muy larga con una cabeza en forma de rombo. Y hacia la derecha, en forma de W, está Casiopea, supuestamente una reina atada de cabeza a una silla.

¿Puedes ver los planetas?

Además de las estrellas, no te sorprendas si mientras ves hacia arriba encuentras alguno de los planetas que acompañan a la Tierra en el sistema solar, tal es el caso de Marte, Venus, Saturno, Júpiter y Mercurio. Sólo se pueden ver cinco de los ocho restantes, porque son los que están relativamente más cerca y porque el sol los ilumina, de manera que nosotros percibimos como si brillaran.

También podrás ver asteroides, cuerpos celestes de diferentes tamaños y formas que giran entre Marte y Júpiter. Los satélites, también son visibles. La luna, es el satélite de la Tierra, no tiene luz propia, pero la puedes observar gracias a que refleja la luz solar. Los cometas son unos trozos de hielo sucio que pueden medir unos cuantos kilómetros de diámetro. Poseen una especie de cabellera compuesta por gases y una cola (o cauda) formada por gases transparentes como el cristal. Uno de los más famosos es el cometa Halley, que aparece cada 76 años (su última aparición fue en 1986).

Y, por último, también podrás ver las estrellas fugaces que son a menudo restos de los cometas. Cuando ingresan a la atmósfera terrestre se vuelven incandescentes y dejan una estela luminosa en el cielo. En algunas épocas del año son más visibles que en otras, por ejemplo, en abril, agosto y diciembre.

¿Qué aprenderán los niños?

Cuando se le pregunta a Edgar Castro por qué deberíamos enseñar a los niños a observar las estrellas, él dice que les da una perspectiva diferente sobre la Tierra. Es el único planeta con agua, con una atmósfera que nos permite vivir a los seres humanos, tener árboles, animales… No es tan caliente como Venus, donde el ácido sulfúrico nos quemaría los pies, ni tan frío como Marte, donde nos congelaríamos, dice. Es perfecto.

Además del intento por valorar y respetar el lugar donde vivimos, Castro esperaría que los niños entendieran que la Tierra es sólo un puntito, apenas visible, dentro de nuestra galaxia. Eso debería ayudarlos a evaluar los problemas bajo una perspectiva diferente. ¿Qué son los problemas ante la inmensidad del Universo?, dice.

Tips para observar el cielo

  • Elige un lugar oscuro, despejado y donde la contaminación luminosa de la ciudad no interfiera con tu actividad. Antes de comprar un costoso telescopio, empieza a observar el cielo a simple vista.
    Compra unos binoculares antes que un telescopio, pues éstos tienen un campo de visión más amplio.
  • Si quieres un telescopio, los hay de tres tipos: reflectores, como el que utilizaba Galileo, es decir en forma de tubo largo (utiliza espejos); refractores, como el que usaba Newton, donde la mirilla está colocada a un costado (utiliza lentes), y catadioptrico, en forma de tonel que combina la tecnología de los dos anteriores. Según Edgar Castro, los mejores son los reflectores, pues con ellos podrás ver el cielo profundo y ubicar con mayor facilidad las constelaciones. Aunque su precio puede ser elevado.
  • Lleva tu mapa estelar para ir marcando las constelaciones o planetas que vayas identificando.
    Durante el día, jamás veas con telescopio o binoculares hacia el sol, porque podrías quemarte los ojos.

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