Una receta de flan es un must have en tu repertorio, este clásico para que sea perfecto debe ser cremoso, de textura suave y sedosa, y bañado con un caramelo dorado en su punto, no quemado… ¿Te atreves a prepararlo?
Es el momento de que conozcas algunos secretos (incluidos los de algunas abuelitas) para hacer este irresistible postre. ¡Anótalos!
1. No dejes de mover
Este es secreto de abuelitas, porque el verdadero sabor casero se logra batiendo la mezcla con mucha paciencia y constantemente. Evita hacer burbujas.
2. ¡A fuego lento siempre!
¡Esta es una prioridad! Fuego muy bajo y cocción lenta. Es mejor un flan al que le falta cocción, a uno que se haya pasado. Recuerda que por el calor, el flan se seguirá cocinando después de que lo saques del horno.
3. No permitas que las orillas se cocinen de primero
Esto arruinaría la textura de tu flan. Para evitarlo pon en la parte inferior de la cacerola en la que lo cocinarás a baño maría, una toalla de cocina gruesa y cúbrela con el agua caliente.
4. Para que sea más cremoso
Fíjate que el flan esté cocinado alrededor de los bordes, pero todavía suave en el centro -esto tomará unos 30 minutos- ya que terminará de cocinarse cuando se enfría. Deja el flan en baño maría durante 5 minutos, luego retira y llévalo a la refrigeradora para enfriar completamente.
5. Cocínalo el día anterior
Al igual que ocurre con otras comidas o postres, una buena idea es cocinar el flan con anticipación. Al estar completamente frío, el sabor será maravilloso.
6. No cocines el caramelo en exceso
El caramelo puede cambiar de perfecto a quemado en menos de 15 segundos. Además, recuerda que la cristalización ocurre fácilmente si no lo haces de la manera correcta, sigue las instrucciones al pie de la letra y apóyate en esta guía. ¡No revuelvas el caramelo!
7. Para servir fácilmente
Para desmoldarlo fácil, sumerge el fondo de cada molde por unos segundos en un recipiente con agua caliente. Verás lo fácil que resulta.