Las hierbas son un elemento fantástico para cocinar: tomillo, laurel, albahaca, romero, salvia, menta. Todas dan aroma y sabor a tus platos.
Para aprovecharlas al máximo, te traemos estas ideas ¡Prueba una o todas!
1. Aceite saborizado
El aceite saborizado con hierbas le otorga un acabado muy especial a una variedad de alimentos. Pruébalo rociado sobre pizza, o como un reemplazo para el aceite de oliva en un aderezo de ensalada.
Solo debes machacar las hierbas en un mortero y luego ponerlas con el aceite de oliva en un frasco de vidrio, deja macerar 2 semanas en un lugar oscuro y fresco ¡Listo!
2. Mézclalas en un cóctel
Hacer un sencillo jarabe de infusión de hierbas es una manera rápida y fácil de añadir un delicioso elemento sorpresa a los cócteles en tu próxima fiesta.
Si te sobra, puedes utilizar el jarabe de hierbas en un postre o para endulzar salsas y adobos. (O, por supuesto, preparar otro cóctel.)
3. Haz una mantequilla saborizada
Las mantequillas saborizadas son súper fáciles de preparar y proporcionan un delicioso toque final a casi cualquier plato. ¿La mejor parte? Es totalmente personalizable a las hierbas y especias que te gustan y tengas a mano.
Pon en el procesador las hierbas y la mantequilla, mezcla y ¡listo! Guarda en la refrigeradora.
4. Para dar sabor a las parrilladas
Las hierbas fuertes y leñosas como la salvia, el romero y el tomillo pueden hacer frente al calor e infundir un sabor sutil en tus carnes y verduras a la parrilla.
Puedes tirar unas cuantas hierbas más sobre la parrilla antes de servir, para añadir un toque ahumado a la guarnición.
