A algunas personas les gusta mantener sus libros de cocina nítidos. Otras consideran esas páginas manchadas y arrugadas todo un homenaje a las comidas que han disfrutado. Pero a cualquiera de los bandos que pertenezcas, hay una razón práctica por la que deberías minimizar los derrames de alimentos en tus libros de cocina: el papel recubierto tiene una capa de arcilla en la superficie, y cuando se moja, las páginas quedarán pegadas, lo que arruinará tu libro y hará que pierdas las recetas.
La clave para rescatar un libro que se manchó es actuar rápidamente, trabajar con delicadeza al desmancharlo y seguir este paso a paso:
Vas a necesitar: un cuchillo de mantequilla o espátula, papel encerado, toallas de papel, bicarbonato, un pincel suave y una secadora o un ventilador.
1. Raspa todos los restos de comida que puedas
Si lo que le ha caído es de consistencia gruesa, como masa para pasteles o una salsa marinara, usa un cuchillo de mantequilla o una espátula para retirar con mucho cuidado la mayor cantidad que puedas.
2. Separa las páginas sucias
Separa cuidadosamente las páginas que se han ensuciado y desliza un trozo de papel encerado entre cada una de ellas, y algunas de las siguientes que están secas para evitar que se transfiera la grasa o la humedad.
3. Seca con una toalla de papel
Dobla una toalla de papel por la mitad dos veces para obtener cuatro capas de espesor. Luego seca (no frotes) ambos lados de cada página sucia para absorber la mayor cantidad posible de aceite o humedad. Continúa haciéndolo en todas las páginas sucias hasta que no haya nada más que absorber.
4. Espolvorea bicarbonato
Si ves que aún queda aceite o humedad, sin quitar el papel encerado, espolvorea bicarbonato cubriendo completamente las manchas. Deja reposar durante unas horas o durante toda la noche, y pasado este tiempo, elimina el bicarbonato cepillando suavemente con el pincel.
5. Deja secar
Una vez que hayas eliminado la mayoría de la mancha, deja el libro de cocina abierto en un lugar cálido hasta que se seque, idealmente con un ventilador soplando sobre él para ayudar en el proceso.
¡Ojo! Los resultados variarán dependiendo del tipo de papel y la composición de la mancha, pero este método casi siempre mejorará la situación, y tu libro que se manchó quedará mejor que si dejas el derrame en él.
