Aunque las cavas refrigeradas son una excelente solución, especialmente para lograr las condiciones óptimas para guardar vinos nobles, en casa puedes improvisar y mantener tus vinos durante mucho tiempo, en buen estado y sin ningún equipo en particular.
Estos son tres consejos claves que debes seguir:
El lugar
Lo ideal es guardar los vinos a una temperatura constante, entre los 12° y 16°, pero lo más importante respecto a eso, es que el vino no sufra cambios bruscos de temperatura. No te recomendamos que guardes el vino en la cocina, ya que la temperatura puede subir considerablemente varios grados cuando preparas los alimentos.
El lugar debe ser fresco y la humedad debe estar entre el 70% y el 80% para que el corcho no se seque o se humedezca. Para saber la temperatura y la humedad en todo momento, coloca un termómetro y un higrómetro junto a las botellas.
También es importante que sea oscuro ya que la luz puede producir reacciones químicas como la oxidación en el vino y degradar su calidad. Si no tienes opción, y el lugar que has elegido tiene mucha luz, coloca las botellas en muebles cerrados.
Posición de la botella
Si vas a consumir el vino de inmediato o dentro del siguiente mes, puedes guardarlo en posición vertical. De lo contrario lo recomendable es que las botellas estén en posición horizontal, la razón es porque el vino debe estar en contacto con el corcho para impedir que este se seque y pierda su elasticidad y hermetismo, ya que de suceder entraría aire en la botella.
Tiempo de conservación
No todos los vinos mejoran con el tiempo, por eso es importante que distingas entre los que son adecuados para conservar y cuáles son perfectos para beber pronto.
Por norma general, los vinos jóvenes se beben en el año en que se compran, los crianza durante los 5 años siguientes. Los reserva y gran reserva puedes conservarlos durante unos 10 o 15 años aproximadamente.
¡No los muevas!
Elige una posición para guardarlos que te permita almacenarlos sin moverlos constantemente. Aunque no lo creas, el vino es muy sensible a las vibraciones.
Aíslalo
Además de guardarlo en un lugar oscuro, lo mejor es que lo almacenes alejado de cualquier cosa que posea un olor fuerte, ya que este puede penetrar a través del corcho y contaminar el vino. No olvides que los vinos “respiran”.
