Ahorrar en la cocina no solamente es un tema de economía, también tiene que ver con el aprovechamiento óptimo de recursos. El ahorro en la cocina es posible, lo más importante es no sacrificar la calidad de alimentación de nuestra familia y esto se logra con pequeños cambios que son muy fáciles de aplicar.
1. Planifica el menú
Saber qué vas a cocinar durante la semana es el secreto para concretar las compras del supermercado y ajustar las cantidades. No solo ahorrarás recursos sino sobre todo, tiempo.
Dale una vista a nuestro menú semanal.
2. No tires el pan del día anterior
Lo ideal es que congeles el pan que te sobra. Descongélalo a temperatura ambiente y en apenas 10 o 20 minutos estará perfecto.
Si no lo has congelado y está un poco duro o gomoso, introdúcelo unos minutos en el horno precalentado: volverá a estar crujiente. También puedes hacer crutones, incluso con pan de días anteriores.
3. Usa la miga de pan
Si te ha quedado pan de hace muchos días, cuando esté duro, rállalo para hacer miga de pan y guárdalo en un recipiente hermético con una hoja de laurel. Te durará meses.
La miga de pan es genial para espesar y darle un sabor más auténtico a las salsas y sopas. Úsala también para hacer las tortitas de carne más esponjosas: solamente agrega huevo, especias y miga de pan ¡quedarán perfectas!
4. Cocina cantidades adecuadas
Mide siempre las raciones justas para los miembros de tu familia. Así no sobrará ni se arruinará nada.
5. Plátanos y bananos que duran más
Para hacer más lenta su maduración guárdalos en una bolsa ziploc junto con medio limón y mételos en la refri. Funciona perfecto.
6. Prepara la lechuga para que dure más
Cuando compres una lechuga, desecha las hojas exteriores y lava bien el resto, una a una. Sécalas con toallas absorbentes, luego ponlas enteras en un recipiente de vidrio con tapa, separadas con papel de cocina. Te durarán en perfecto estado hasta una semana.
Otro consejo: corta las hojas con las manos. El cuchillo acelera su oxidación y la lechuga pierde propiedades.
7. Para que te abunde la mantequilla
Si vas a extenderla, sácala un rato antes de la refri. Conseguirás untarla más y mejor. Y si tienes poca bátela con un poco de leche. Eso hará que se ablande y abunde más.
8. Compra ingredientes de estación
Esta es la mejor manera de controlar tu presupuesto. No es lo mismo comprar un alimento en estación que cuando no lo está, ya que generalmente, tendrás que comprarlos importados. Además al comprar los alimentos de temporada garantizas el sabor de estos, y apoyas a los productores locales ¡Es un gana, gana!
9. Busca ofertas
Cuando vayas al súper busca especiales u ofertas, fijándote en no sacrificar la calidad de lo que compras. Te recomendamos comprar un poco más de lo normal si se trata de enlatados, frutos secos, pasta, arroz o granos (siempre fijándote en la fecha de caducidad), ya que estos durarán por mucho tiempo.
10. Congela
Compra carne molida, filetes de pollo y otras clases de carne en paquetes grandes, para que los puedas dividir y congelarlos. Separa porciones individuales y empácalas con film plástico dentro de bolsas con cierre.
11. Ralla el queso
Compra un trozo grande de queso y rállalo tú misma. Guárdalo en bolsas con cierre en cantidades de no más de 2 tazas. Los quesos de pasta azul y tamaño grande pueden aguantar hasta dos meses congelados y los pequeños, dos semanas.
13. Haz más de estos…
Cuando prepares sopas, estofados, y salsas, haz cantidades más grandes para que puedas congelar y usarlas cuando lo necesites.
14. Compra los jamones en pocas cantidades
Aunque tengas que ir a comprar más seguido, comprarlos en cantidades justas, evitará que se arruinen.
15. Compra en tiendas que vendan a granel
Ahora están de moda y son una excelente opción, su secreto para tener precios razonables radica en su excelente estrategia de ahorrar hasta en los envases, ya que debes llevar tus contenedores para rellenarlos.
