¡Todo pavo jugoso y con gran sabor ha cumplido con estos 9 tips!
1. Compra un pavo fresco, siempre será superior a uno congelado, en textura y sabor. Lávalo con suficiente agua y jugo de limón, luego sécalo muy bien.
2. Descongela el pavo dentro de la refrigeradora, nunca a temperatura ambiente. 24 horas por cada 5 libras, más o menos. Eso quiere decir que un pavo de 25 libras tardará de 4 a 5 días en descongelarse.
3. Compra suficiente pavo, en promedio una libra por persona, para que te quede para sandwiches y haya suficiente para el que quiera repetir.
4. Usa un termómetro para hornear carnes. Así vas a lo seguro. Para una pechuga jugosa, cúbrela con papel de aluminio. Una vez el termómetro marque los 160ºF, ya estará cocida. La carne oscura no estará hasta los 165ºF.
5. 20 minutos antes del tiempo estimado, destapa la pechuga para dorar la piel. Levanta el papel aluminio y vuelve a cubrir cada vez que bañes el pavo.
6. El relleno es fácil de hacer, siempre y cuando sigas las siguientes instrucciones: prepáralo hasta que vayas a rellenar el pavo, puedes adelantar picando los vegetales y partiendo el pan en cubos, pero mientras más fresco, mejor. Si te sobra relleno dentro del pavo, sácalo antes de guardar lo que te haya sobrado. Es más aconsejable hornear el relleno por separado, por la variedad de gustos. De esa manera podrás incluso preparar distintos. Si fueras a hornear el relleno por separado, lo puedes prepara un día antes y guardar tapado con film plástico dentro de la refrigeradora.
7. Baña el pavo, eso le dará color y lo hará jugoso. Usa el fondo hecho con los menudos del pavo para bañarlo cada 20-30 minutos. Recuerda hacerlo rápidamente, ya que la temperatura del horno baja cada vez que abras la puerta.
8. Antes de cortar el pavo, déjalo reposar una hora. No se enfriará si esperas ese tiempo. Esto permitirá que la carne absorba los jugos.
9. Es mejor prevenir que lamentar, prepara el pavo con suficiente tiempo, por cualquier imprevisto.
Voilà! Estás preparado para que todo salga de revista.
