En cuanto descorchamos una botella de vino, este reacciona con el oxígeno, algo positivo al inicio, ya que en ello reside la función de los decantadores, pero que en exceso acaba degradando el sabor, olor y color del vino, y a la larga, echándolo a perder irremediablemente.
Toma en cuenta que aun siendo cuidadosos, cualquier vino abierto se estropea en menos de tres días, pero si no aplicas ciertas medidas, el vino puede arruinarse totalmente en tan solo horas. Estos son algunos consejos para que esto no te suceda.
Tapa la botella
Esto reduce la circulación de oxígeno retrasando el proceso de oxidación del vino. Usa el mismo corcho, pero si está dañado usa un tapón especial que te permita cerrar la botella de la forma más hermética posible.
Tip: si no estás seguro de que vaya a acabarse una botella de vino, lo más conveniente es taparla después de servir, o servir el vino en una pequeña jarra o decantador y guardar el resto en la refrigeradora.
Mantén la botella alejada de la luz
Especialmente de la luz del sol, ya que afecta negativamente al sabor del vino.
Refrigéralo
A mayor temperatura, la oxidación se acelera, por eso es conveniente guardar el vino restante en la refrigeradora. Si se trata de vino tinto, sácalo de la refrigeradora dos o tres horas antes de volver a servirlo.
Es muy importante que recuerdes que refrigerarlo solamente ralentiza el proceso de oxidación, pero no lo evita, así que un vino que lleva abierto una semana aunque haya estado refrigerado será imbebible.
Guarda la botella verticalmente
Las botellas de vino cerradas se guardan en posición horizontal. Las que ya están abiertas se guardan en vertical, ya que al hacerlo de la otra forma aumenta la superficie de contacto del aire con el vino y acelera su degradación.
Cambia el vino sobrante a una botella más pequeña
Cuanto menos vino queda en una botella más rápido será el proceso de oxidación, ya que hay más oxígeno en su interior.
Si tienes botellas pequeñas que puedan cerrarse herméticamente, serán ideales para guardar el vino sobrante. Llénala hasta que apenas quede un dedo de aire entre el vino y el tapón, y guárdala de acuerdo a los tips anteriores.
Ayúdate con herramientas especializadas
Puedes encontrar accesorios muy útiles para la conservación del vino. El más común son las bombas de vacío -un tapón con una bomba que extrae el aire de la botella, doblando la vida del vino-, son simplemente ¡maravillosas!
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