Consejos prácticos de la abuela

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Nadie lo pone en duda: la cocina de la abuela –la tuya o la de cualquiera– ¡es la mejor! Basta fijarnos en la alta gastronomía ¿sabes que muchos chefs de renombre señalan a sus abuelas como fuente de inspiración y de sus mejores consejos prácticos?

Pero más allá de las recetas, las abuelas heredan algunos trucos que ayudan a acentuar el sabor de los alimentos y permiten acelerar los tiempos de cocción, pequeños consejos que facilitan los procesos culinarios y que no deberíamos olvidar jamás.

Estos son algunos secretos de la abuela en la cocina, que no sabías y que confirman que las abuelas ¡son lo mejor que existe!

Para las legumbres

Los garbanzos secos son una de las legumbres que más tiempo nos lleva preparar, debes dejarse en remojo entre 12 y 24 horas y luego cocerse durante aproximadamente dos horas. Para agilizar el proceso, pon a hervir los garbanzos y añádeles una cucharadita de bicarbonato, dales un masaje y a los tres minutos lávalos para retirarles el bicarbonato. Se ablandarán y se cocerán antes.

El procedimiento es diferente con las lentejas, las abuelitas dicen que hay que «asustarlas”, una expresión que hace referencia al hecho de verter un poco de agua fría mientras se cuecen. Hay quien recomienda “cortar” la cocción de esta manera hasta tres veces.

Los huevos y la sal

A la hora de cocinar huevos, en cualquiera de sus versiones, la clave está en la sal. En el caso de hacer huevos duros, añadir una pizca en el agua mientras se cuecen dificulta que se rompa la cáscara, pero facilita que la retires. Asimismo, un poco de sal o de harina en la sartén evita que salpique el aceite caliente a la hora de freírlos.

¿Caldos o guisos salados?

La solución está en incluir en la cocción una papa pelada entera. Si están muy ácidos, agrega un poco de bicarbonato. A pesar de que cada guiso tiene una elaboración propia, existe una pauta inquebrantable: todos empiezan con un sofrito y acaban con un picado. En el medio, cada uno lo haremos a nuestro estilo.

Verduras y hortalizas más verdes y menos olorosas

Es una regla no escrita que las verduras y las frutas, ¡cuanto más coloridas, más apetecibles! En el caso de los ejotes el truco es sencillo: sumérgelos en agua fría y hielo tras hervirlos. Así conservar su color original.

Para acabar con el característico –y a veces desagradable– aroma de la coliflor o del brócoli, pon una cucharadita de leche o un trozo de limón en el agua de cocción.

Sobre puñados y pizcas

No hay abuela que no ponga ingredientes «al cálculo», así que te aconsejamos que observes y aprendas a convertir las “pizcas” y los “puñaditos” en medidas concretas con las que te sientas cómodo.

Mal olor en los trastes

Coloca sobre los utensilios de cocina un poco de café molido ya usado con un poco de agua durante 5 minutos. Con este sencillo truco también podrás quitar hasta el molesto olor a huevo.

Sobre rebozados

Para que queden más jugosos: huevo + harina + un chorro de cerveza. Todo junto.

Para los postres

  • ¿Cómo evitar que el azúcar se queme cuando estamos haciendo caramelo? Con unas gotas de limón.
  • ¿Y para que el flan o las natillas no se peguen? Un poco de sal antes de añadir los ingredientes.

Además, durante la ‘investigación’ surgieron otras curiosidades dignas, al menos, de ser mencionadas. Cosas como que una mancha de vino tinto recién derramado se limpia con vino blanco. O que quemando cáscaras de limón desaparece el olor a pescado en una cocina. ¡Vale la pena intentar estos consejos prácticos!


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