Aunque tengamos un presupuesto claramente establecido para el súper, es común que terminemos gastando más de lo debido. Sin embargo, existen maneras de evitarlo, consiguiendo un margen para el ahorro.
En definitiva se trata de saber buscar los precios más competitivos, los productos que a la larga resulten más rentables y, por supuesto, evitar las compras impulsivas que llevan a añadir a la carreta más de lo que necesitamos.
Para ayudarte en este propósito te damos algunos consejos y trucos para ahorrar al hacer la compra:
Elabora un presupuesto para fijar cuánto vas a gastarte
Saber cuánto dinero puedes o quieres destinar a la compra es una herramienta clave de ahorro de las finanzas personales. Al establecer un presupuesto, ya sea mensual, semanal o diario, te resultará mucho más fácil controlar el gasto y con esto, los gastos por impulso.
Planifica tu compra antes de ir al súper
Una de las cosas que puede hacer que se dispare tu gasto es incluir más de lo que necesitas. Y esto es más fácil que ocurra si no has planificado previamente tu compra.
Por eso, antes de ir al súper revisa tu despensa y piensa en los menús que vas a preparar en la semana con el objetivo de saber exactamente qué es lo que necesitas. Elabora después una lista que incluya todos estos artículos y limítate a comprar exclusivamente los productos que has anotado.
Incluye en la lista los gustitos que quieres darte
Así evitarás dejarte llevar demasiado por los antojos y terminar comprando de forma espontánea cosas innecesarias.
Compra productos de temporada
Adquirir productos de temporada es una forma sencilla de ahorrar en tu compra, ya que estos resultan más baratos. Cuando se dan las condiciones climáticas para su cultivo es más fácil producirlos y se da una oferta más abundante, lo que ayuda a abaratar su precio.
Evita los productos preparados, precortados, etc.
La comida congelada ya preparada te resultará más cara que si adquieres los ingredientes por separado. De igual manera sucede con artículos como la salsa de tomate, el queso rallado, las verduras cortadas, etc. Todos estos productos son bastante habituales en las compras, pero lo cierto es que encarecerán tu factura final más que si te decides a comprar tomates naturales, queso o verduras enteras y prepararlas por ti mismo. Además también de ahorrar, ganarás en salud.
Cuidado con los artículos cerca de la caja
Al lado de la caja es habitual encontrar productos atractivos, como chocolates, revistas o artículos que siempre vienen bien, como bombillas o baterías. En general son artículos fáciles de añadir a la compra mientras esperas a pagar, ya que no resultan muy caros. Pero al hacerlo estarás sumando más a tu gasto.
Cuidado con los productos etiquetados como «light», «artesano», «caseros»… suelen ser más caros
Por lo general estos artículos suelen resultar más caros que la versión normal. Si bien puedes pensar que merece la pena el gasto al escoger productos elaborados de manera más sostenible o ser más saludables, no siempre tiene por qué ser así. Es mejor que intentes comprar directamente del productor o elaborar tú lo que puedas, como mermeladas y salsas.
Compra alimentos a granel
Esto siempre resulta más barato que optar por los paquetes. Además, al comprar a granel es más fácil ajustarse a la cantidad que necesitas. De esta forma no solo limitarás el desperdicio, también evitarás perder el dinero invertido en la comida que tiras cuando compras en exceso.
Presta atención a los estantes superiores e inferiores
Entre las estrategias de los supermercados para hacerte gastar más está el colocar los artículos que más les interesa venderte en los estantes situados a la altura de los ojos. Así es más fácil que los veas y termines comprando.
Ahora que lo sabes, cada vez que vayas a comprar no olvides revisar también los estantes superiores e inferiores, es posible que descubras productos a un mejor precio.
Intenta evitar los pasillos interiores
Los productos básicos y muy demandados, como la leche o los huevos, suelen encontrarse en las zonas del fondo de los supermercados. Esto hace que llegar hasta ellos te haga recorrer todo el establecimiento aumentando la posibilidad de terminar comprando algún artículo que no estaba planeado en tu lista.
Para no caer en la tentación, cuando vayas a comprar solo este tipo de artículos intenta evitar los pasillos interiores.
Guíate por los carteles de los pasillos para ir directo a comprar lo que necesitas
Parecido a lo anterior, es habitual que termines recorriendo todo el súper en busca de lo que necesitas. Esto hará que termines añadiendo a la carreta más de lo que querías comprar. Así que mejor guíate por los carteles de los pasillos y ve directo al grano.
Evita hacer la compra con los niños
Dejar a tus hijos en casa mientras vas al supermercado no te llevará a ahorrar grandes cantidades de dinero, pero es posible que ayude a minimizar gastos menores derivados de los clásicos antojitos que los niños tienden a pedir. No siempre es fácil decirles que no.
Cuidado con las ofertas 2×1 o similares
Hay que ser precavido y ser conscientes de que ciertos productos se utilizan muy poco en y pueden durar meses. Antes de caer en estas ofertas piensa no solo en la oferta, sino también en si realmente lo usas.
Ve a comprar sin hambre
Este es un consejo que te ahorrará más dinero del que crees, ya que si vas con hambre se te antojará ¡todo! y seguramente terminarás llevando dulces, snacks o más comida de la que necesitas.
Revisa el ticket de compra
Puede que el gesto habitual sea recoger el ticket y dejarlo olvidado en una de las bolsas, pero no revisar lo que te han cobrado en el súper puede hacerte en ocasiones perder dinero.
A veces los supermercados pueden cobrarte de más. Esto puede deberse a un fallo del cajero al pasar los artículos o bien porque el sistema no ha contemplado productos en oferta o promociones.
