Por su variedad gastronómica y la infinidad de combinaciones de ingredientes que puedes utilizar, las sopas son platos versátiles que se adaptan perfectamente a tus gustos, a tu despensa y a la edad de los comensales.
¡Todo se puede echar a la olla para cocinar una sopa riquísima! Además, al mezclar varios productos en un solo plato, se consigue un alimento realmente sano, nutritivo y completo.
Te contamos algunos secretos para que tus sopas sean las mejores y tengan ese toque diferente que las convertirá en las favoritas:
1. Utiliza un buen fondo
Lo primero, primero es esto… Puede ser de verduras, pollo, pescado, carne o alguna versión más ligera hecha a base de hierbas y especias. No importa si se trata de una crema o una sopa más ligera: siempre la base es un buen fondo. Te compartimos este link en el que encontrarás los tips más útiles para prepararlo
2. Un plato principal
Convertir la sopa en un plato principal es muy fácil, solo agrega proteínas o carbohidratos y listo: fideos de arroz tipo thai, pollo, pan con queso gratinado (como la clásica soup d’onion), lentejas o cuadraditos de tofu. ¡Deja volar tu imaginación!
3. ¡No hiervas las verduras!
Mejor hornéalas (empacadas en aluminio), saltéalas, prepáralas a la parrilla o cocínalas al vapor… Verás la diferencia que este pequeño detalle hace en el sabor.
4. Usa ingredientes novedosos
Por ejemplo, adicionar a las sopas mantequilla de maní, les dará un sabor que sorprenderá a todos. Puedes probar también el Marmite, el Vegemite o el Tapenade… ¡Atrévete!
5. Cremosa sin crema
La textura ideal de una sopa es ligeramente espesa. Ni muy líquida, ni parecida al puré. Para lograrlo sin necesidad de añadirle crema la puedes preparar a base de papas o güicoy, estas verduras le dan cuerpo a la sopa.
6. Extra textura
Dale a tus sopas un toque diferente e interesante, con una extra textura, generará una sensación sublime en el paladar. Lo ideal es acompañarlas con algún ingrediente que contraste con la preparación, estos son algunos ejemplos: pesto, unos garbanzos asados con especias, semillas de calabaza salteadas, leche de coco, hierbas picadas deshidratadas, tocino crocante o los clásicos croutons.
7. Cuida los complementos
El secreto es que el sabor de estos no compita con el de la sopa. Lo tradicional es lo más conveniente: una rodaja de focaccia bien doradita, palitos de queso o un pan artesanal.
8. Sírvela correctamente
Elige algo que logre practicidad y elegancia, dependiendo del contexto. Si la sirves en un recipiente grande para que cada uno se sirva, la sopa se mantendrá caliente por más tiempo. Sin embargo, tendremos una presentación más elegante si emplatamos en la cocina, agregamos el topping y luego la servimos.
Por último… jamás olvides seguir las reglas de etiqueta a la hora de tomarla. Nunca se debe soplar para que se enfríe, si estuviera extremadamente caliente agítala discretamente para que se entibie. Tómala siempre con cuchara, sin “pescar” los ingredientes con el tenedor.
9. Recetas para practicar
