Vino rosé, el preferido para el brunch

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El vino rosé no es solo un vino, sino un estilo de vida. De esto dan crédito sus más fieles fans, que lo describen como un vino alegre, refrescante y muy versátil al momento de maridarlo.

Es un vino que dice mucho a través de su color, que va desde un cobrizo pálido, pasando por el coralino hasta el rojo carmín, pero sin llegar a lo profundo del tinto.

Aunque ha tenido la fama de ser el vino “del verano”, en los últimos años se ha convertido en un vino de todas las temporadas, principalmente porque no es tan limitante como se piensa. Uno de los primeros pasos para enamorarte verdaderamente de él es expandir tu mente, ya que este vino puede ser simple y divertido, pero también puede ser una buena propuesta para maridar con platos de carnes.

Empieza enfocándote en su sabor. Los rosé más oscuros transmiten al paladar sabores más afrutados: banano, limón, mandarina, granada, sandía o melón. Además de eso se pueden percibir toques sutiles a moras, cerezas, fresas o arándanos. Así tendrás en un mismo vino las características de un blanco y un tinto. Aquí un listado de las opciones que este vino ofrece:

Con toque frutal

Los encuentras en botellas de vinos hechos de grenache, sangiovese, o pinot noir. En cuanto a la región, los vinos de Provenza, son los mejores, es la meca de todos los rosados.

Ten en cuenta que el que sea frutal no significa necesariamente dulce, muchos rosados provenzales son secos y ácidos. Perfectos para un brunch.

Dulces

Esto es lo que la mayoría creemos que es un vino rosado. Una buena parte de esta categoría está hecha de uvas Zinfandel, que le dan al vino un sabor ligeramente dulce, con toques de bayas, cítricos y melón.

Floral

El sur de Francia produce vinos elaborados con Mourvèdre. Estos son el equilibrio perfecto de frutas y notas secas de hierbas aromáticas. Son los del característico color rosa pálido.

Ligeramente salado

¿Lo creerías? Estos vinos son perfectos para servir con carnes rojas. Están hechos con uvas Syrah y lucen de un color más oscuro y un sabor mucho más profundo y audaz que cualquier otro Rosé.

Tips para disfrutarlo

Tómalos en cuenta para una experiencia maravillosa.

Bébelo joven

Intenta beber este vino el mismo año de su producción, aunque es posible beberlo después, lo ideal es que no consumas uno de más de dos años de producción, ya que los aromas más delicados de la fruta desaparecerán rápidamente y se volverán más anaranjados.

Consérvalo en un lugar fresco y oscuro

Mantenlo en un lugar fresco y oscuro hasta que lo enfríes para beberlo. Las botellas de este vino son transparentes y, por lo tanto, más sensibles a la luz que los otros que vienen en botellas verdes o marrones. Las variaciones de temperatura y la luz afectarán el color y el sabor.

No lo enfríes de más, ni le agregues hielo

Una de las señales de un buen Rosé es que sabe delicioso sin exagerar en el frío. La temperatura ideal es entre 8 y 10ºC.

No lo descartes para maridar con los platos principales

Olvídate de usarlo solamente para aperitivos o fiestas en el jardín, ¡es un excelente vino de comida delicioso y moderno! El único requisito es que sea un de buena calidad.

Las variedades más pálidas son fantásticas con alimentos ligeros, como pescado y pollo, y los más oscuros, los mejores con sabores mediterráneos o étnicos más fuertes.

No llenes las copas

Esto te da la oportunidad de girarlo y oler las frutas y los aromas cítricos. No solo es más elegante tener un vaso medio lleno, sino que también es mejor rellenarlo con el vino a la temperatura correcta en lugar de dejarlo que se caliente.

Maridaje

Te recomendamos pensar un poco fuera de lo común a la hora de las armonías e inclínate por cremas frías, ensaladas, todo al gusto, pero sin exceso de vinagre. Por supuesto, es perfecto para arroces, más para los que llevan mariscos que para los que tienen carne. En carnes, pollo a la plancha. También pastas con salsas blancas. por supuesto sushi y pescados y mariscos.

Tip: prueba a preparar la sangría rosé para tu próximo brunch.


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