Arroz: usos y tipos

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El arroz es un alimento básico, acompaña y resuelve muchas recetas. La clave para aprovecharlo al máximo y conseguir el resultado que buscas, es saber que existen infinidad de tipos de arroz y conocer su uso y propiedades.

Hay más de 40.000 tipos de arroz en todo el mundo. Es una buena fuente de energía, es rico en sodio y bajo en grasa, aporta hidratos de carbono y proteínas de origen vegetal.  

Es importante tener presente que no todos los tipos de arroz tienen el mismo uso en la cocina, ya que en función de la variedad se necesita de una mayor o menor cocción, lo que depende de la cantidad de almidón, de su forma, y de cómo y dónde se cocinen.

Arroz de grano largo

Es ideal para platos como el pilaf, el biryani o el arroz frito.  Es muy utilizado en la cocina oriental, pero también es la elección perfecta para ensaladas de arroz, ya que los granos se mantienen sueltos y separados.

Basmati

De grano largo y fino tras su cocción debe quedar entero y suelto. Es ideal para guarnición y para acompañar guisos aromáticos y con curry de tradición oriental.

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Arroz basmati
Es uno de los más aromáticos que existe. Aprende sus bondades y cómo aprovecharlo al máximo con estos consejos.
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Arroz salvaje

Como el basmati, es también de grano largo y fino, su sabor es avellanado y su textura es crujiente. Requiere largo tiempo de cocción y aún así es raro que se ablande o se pase. Suele mezclarse con el basmati para potenciar su sabor.

Arroz de grano medio

Es ideal para preparar platos como la paella, pero también puedes usarlo para elaborar guisos, o como relleno de tacos, burritos o unos pimientos rellenos

Bomba

Tiene forma ligeramente redondeada y textura tierna al cocer. Se abomba y se arruga un poco pero no se rompe, ya que guarda el almidón y queda suelto. Es la base perfecta de paellas, arroces al horno y cazuelas de arroces.

Arroz de grano corto y redondo

Es el arroz más glutinoso. Este es el que deberás utilizar para hacer sushi o bolas de arroz.

Arborio

Es de tamaño pequeño, tiene más cantidad de almidón que el resto y lo va desprendiendo a medida que se le agrega el líquido caliente de la cocción en pequeñas cantidades. Por eso aporta una textura cremosa. Es adecuado para risottos y postres como arroz con leche.

Otros tipos de arroz

  • Vaporizado: tiene un tratamiento especial que elimina parte del almidón para que no se pegue durante la cocción. Ideal para hacer arroz caldoso.
  • Integral: conserva la cáscara o el salvado y es rico en vitaminas y fibra. Su cocción es lenta y se le asocia un sabor dulzón. Es idóneo para dietas y platos vegetarianos.
  • Aromático: posee aroma a jazmín y su grano es largo. Tiene gran contenido en almidón por lo que difícil lograr que quede suelto. Suele acompañar a pescados, mariscos y recetas árabes y asiáticas.

Un cereal que se presta tanto a la tradición como a la modernidad gastronómica. Ahora ya conoces todas sus variedades y podrás reconocerlas con más facilidad.

Cómo conservarlo

El arroz, además de sus nutrientes, tiene como principal ventaja que se conserva bien durante mucho tiempo. Aunque su conservación no requiere mucho esfuerzo, nunca está saber algunos tips para que este preciado alimento pueda aguantar un tiempo extra en nuestra despensa. 

Arroz seco

El arroz se conservará durante muchos meses en un espacio seco, limpio y alejando de la humedad y el calor. 

Hay un enemigo que debes evitar totalmente, trabaja en silencio y aparece cuando menos te lo esperas: los gorgojos. Estos pequeños bichos aman los cereales y las harinas y, además, les encanta el calor, por lo que en verano suelen aparecer con mayor frecuencia. Para prevenirlos te recomendamos vaciar tu despensa cada mes o cada dos meses y limpiarla a fondo.

La humedad tampoco es una gran aliada del arroz, así que una buena elección es utilizar envases herméticos de vidrio o plástico. 

Arroz cocinado

El arroz una vez cocido se convierte en un alimento bastante delicado, que requiere de toda nuestra atención. Cuando notes cierta viscosidad en él y sientas un olor sospechoso, es que no está ya en buenas condiciones. Para conservarlo ponlo en un recipiente hermético y congélalo. Puede conservarse por 2 o 3 semanas. 

A pesar de esto, la mejor recomendación es que calcules bien la cantidad que vas a consumir y lo consumas siempre recién hecho.


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