Guatemala se reconoce por tener una amplia tradición en el uso de plantas comestibles y medicinales, como la crotalaria longirostrata, conocida popularmente como chipilín.
Esta especie es una planta herbácea de flores amarillas que pertenece a la familia Fabaceae y que se encuentra ampliamente distribuida en el sureste de México y partes de Centroamérica. Crece en arbustos que pueden crecer muy alto, con tallos delgados. Las hojas son verdes, delgadas y pequeñas.
Su sabor
Sabe a una mezcla entre berro y espinaca, pero más suave. Su textura es tierna pero sustanciosa.
¿Cómo se cocina?
Se puede cocinar al vapor, hervir, mezclar con masa para hacer tamales o tortillas, o secarlos para sazonar.
En Chiapas, así como en Guatemala, El Salvador y Honduras, las hojas de chipilín son utilizadas en la preparación de varios platillos: el tradicional tamal de chipilín o guisos como el espinazo de cerdo, caldo de camarón, huevos, entre otros.
¿Es medicinal?
Se han realizado investigaciones para conocer más acerca del chipilín; dentro de lo que sabemos es que sus hojas son ricas en minerales y algunas vitaminas como calcio, potasio, magnesio, hierro, tiamina, riboflavina, niacina y ácido ascórbico.
También se ha encontrado que es un potente antioxidante, antimicrobiano contra bacterias y hongos fitopatógenos y nematicida; aunque pocos estudios científicos han profundizado en estos temas.
Recetas

