Las galletas de mantequilla perfectas

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Las galletas caseras son maravillosas y es un deleite comerlas, pero algunas veces el proceso no es tan relajado y feliz: quedan duras, se pega la masa al rodillo, no podemos lograr que mantengan la forma o se queman.

Queremos que sepas que hacer galletas caseras perfectas no es misión imposible, aunque claro tiene sus truquitos, y aquí te los damos todos para que tus galletas sean inolvidables. ¡Manos a la masa!

Una buena receta

Parece algo obvio, pero muchas veces no lo es. Fíjate que la fuente de tu receta sea confiable ya que elegir una buena receta es fundamental para el éxito de las galletas. Encuentra aquí las mejores recetas.

Ingredientes de calidad

Como en todas las recetas, esto influye mucho. No significa escoger los más caros sino simplemente los que tienen mejor sabor y mejor se ajustan a tu receta.

La masa se trabaja fría

No tener la masa fría es uno de los principales errores. Si estiras la masa a temperatura ambiente, se pegará al rodillo, además de darte mucho más trabajo lograr el grosor deseado. Tras estirar la masa, métela un ratito en la refri protegida por dos papeles para hornear. Cuando la masa esté firme y fría, puedes proceder a cortarla.

Espolvorea los cortadores con harina

Una fina capa de harina evitará que se peguen a la masa.

Horno precalentado

Las galletas deben colocarse en el horno precalentado, así se cocinan de manera simétrica y no pierden la forma, como sucede cuando el horno está frío y va tomando calor lentamente.

Déjalas enfriar

Espera hasta que las galletas estén frías antes de retirarlas de la lata. Cuando están frías, el riesgo de que se rompan es menor.


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