El silicón es un material seguro para nuestra salud, ecológico y flexible. Nos permite utilizarlo en el horno hasta 260°, en el congelador hasta -60°, en el microondas y en la lavadora de trastos, sin olvidar que sus colores y diseños hacen más agradable nuestra cocina.
Además de estas características, estos utensilios tienen otras que seguramente te harán la vida más práctica y te motivarán a adquirir unos cuantos:
Fáciles de limpiar: es una característica a tener en cuenta, ya que nos ahorra esfuerzo y tiempo, sobre todo a aquellas personas que cocinan mucho y que, por lo tanto, ensucian una gran cantidad de utensilios.
Son antiadherentes: los moldes de silicona solamente debemos engrasarlos la primera vez que los utilicemos. No tendremos que sufrir ante la idea de que lo que estamos cocinando se nos pegue al molde… Esto nos ahorra una gran frustración, que seguro todas hemos experimentado alguna vez.
Cocción regular: ¡esta es una gran ventaja! En moldes hechos con otros materiales, sabemos que la cocción no suele ser uniforme, cocinándose más por un lado que por otro. Esto no ocurre con los de silicona.
Fácil de reciclar: su uso nos ayuda a preservar el medioambiente, algo muy importante para el futuro del planeta que vamos a dejar a nuestros hijos.
Las tres reglas básicas para usarlos
Si quieres explotar al máximo las ventajas de los utensilios de silicona y evitar cualquier problema sigue estos consejos:
En primer lugar, evita que entre en contacto directo con una fuente de calor.
Lo segundo que debes saber es que los moldes deben engrasarse únicamente la primera vez que los utilices. Así alargarás su vida útil y se conservaran mejor.
Y por último, evita cortar los alimentos dentro del molde, para prevenir cortes que te impidan limpiarlos adecuadamente en esas hendiduras y se echen a perder completamente.
Con estas tres reglas, se conservarán nítidos.
¿Debes renovarlos?
Tómate el tiempo y revísalos cuidadosamente. Busca si tienen algún corte o una parte de la superficie doblada. Revisa si tienen manchas o desperfectos. Si es así deséchalos de lo contrario no hay por qué.
También te recomendamos que hagas un ejercicio para recordar si al comprarlos te costaron sospechosamente muy poco, o si los compraste en una tienda con garantías. Deshazte de los que no son óptimos y compra nuevos.
Por último, de vez en cuando date una vuelta por tu tienda favorita y descubre nuevas herramientas y moldes.
