Una mandolina es un básico en la cocina. Si estás cortando una cebolla, tiene sentido usar un cuchillo de chef. ¿Pero qué pasa si estás haciendo sopa de cebolla francesa? Eso significa que, en lugar de cortar una cebolla, tienes que cortar tres libras de cebollas, y esa tarea no será fácil, se volverá tediosa muy rápidamente.
¿O qué pasa si estás haciendo papas fritas caseras? Cortar en juliana una gran cantidad de papas no solo es una tarea difícil, sino que si las cortas de manera desigual, algunas más gruesas que otras, terminarás con algunas papas fritas poco cocidas mientras que otras estarán casi quemadas.
Es en situaciones como estas que un utensilio llamado mandolina te resultará muy útil.
¿Qué es una mandolina?
Es un dispositivo compuesto por una superficie plana provista de una cuchilla afilada que permite cortar verduras y frutas de forma rápida, precisa e, idealmente, segura. Simplemente deslizas el vegetal hacia adelante y hacia atrás a través de la hoja y unas rebanadas perfectas y uniformes emergerán por debajo de este. Al cortar los vegetales en diferentes ángulos, puedes lograr todo tipo de cortes interesantes.
Tipos de mandolinas
Según la forma de la mandolina así como su funcionalidad, estas se pueden dividir en dos grupos diferentes: la mandolina doméstica y la mandolina profesional.
Mandolina doméstica
Esta es una mandolina sencilla, de tamaño más pequeño que las empleadas en cocinas profesionales, pero que al mismo tiempo ofrece resultados estupendos. Es una herramienta de manejo sencillo y que por un precio accesible, te permitirá cortar de manera rápida y precisa vegetales y hortalizas.
Por lo general, estas mandolinas están hechas de plástico e incorporan las cuchillas de acero inoxidable, además de los accesorios protectores que cumplen dos funciones: evitar cortes en las manos, y ayudar a deslizar los alimentos a través de las cuchillas.
Mandolina profesional
A diferencia de la doméstica, la mandolina profesional se caracteriza por ser un instrumento de mayor tamaño, más compacto, y más completo. Gracias a las distintas cuchillas intercambiables con las que viene, permitirá hacer una gran variedad de cortes. Una de las grandes diferencias es que la mandolina profesional tiene más puntos de apoyo que la doméstica, lo que ofrece mayor estabilidad a la hora de cortar los alimentos.
Las mandolinas profesionales están fabricadas de otro tipo de materiales más duraderos y resistentes, como el acero inoxidable.
En cuanto a los accesorios protectores, todas las mandolinas profesionales lo incluyen, por lo que el agarre sobre el alimento es total, de manera que el corte será mucho más seguro, rápido, y preciso.
Seguridad
Una característica en la que no debes escatimar es la seguridad. Las hojas de la mandolina son muy afiladas, por lo que hay que tener mucho cuidado al utilizarlas.
La mayoría de los modelos vienen con algún tipo de soporte para proteger tu mano de la hoja. En lugar de tener la mano directamente sobre la verdura mientras la mueves hacia adelante y hacia atrás, la verdura se coloca debajo de un protector para los dedos. Algunos cocineros incluso optan por usar guantes de malla metálica para protegerse los dedos y las manos.
Los modelos más seguros tendrán una base antideslizante y se asentarán de forma segura sobre una tabla de cortar o el borde de un tazón o sartén.
Cuándo usar una mandolina
Por lo general, se usa para preparar platos que requieren vegetales cortados uniformemente, como papas gratinadas o papas fritas caseras. Pero también se utiliza para hacer ensaladas y platos de verduras ralladas, como hashbrowns. Esta herramienta también resulta útil cuando tienes poco tiempo y necesitas cortar rápidamente una cantidad generosa de fruta o verdura.
Cuidados
El cuidado principal de una mandolina es la limpieza, para lo que deberás seguir las instrucciones de tu modelo en particular, pero algunas son aptas para el lavavajillas, lo que obviamente facilitará las cosas. Algunos modelos requieren desmontar la hoja del cuerpo de la mandolina y lavarla a mano y secarla al aire. Esto, aunque es positivo porque te permite limpiarla bien, sí debes tener la precaución de que cada vez que manipules las cuchillas directamente, lo hagas con cuidado para evitar el riesgo de cortarte.
