Un día antes limpia la espinaca y cocínala en una olla sin agua. Sazona con sal. Escúrrela en un colador hasta que suelte el líquido, guárdala en el refrigerador toda la noche.
Precalienta el horno a 350ºF. En una sartén fríe la cebolla con la mantequilla hasta que esté traslúcida y agrega una taza de leche. Cuando suelte el hervor agrega la otra media taza de leche en la que se ha disuelto la harina, mueve constantemente. Agrega el queso Kraft y sazona. Cocina por 5 minutos.
Deja enfriar y luego agrega los huevos batidos. Esta mezcla se agrega a la espinaca y se vierte sobre la costra de pie. Cúbrela con la otra mitad de la pasta. Barniza con la clara de huevo.
Hornea de 45 a 55 minutos. Deja reposar el pie 10 minutos antes de servir.