Mezcla el azúcar con la canela, derrite la mantequilla y reserva.
Extiende la masa sobre una superficie ligeramente enharinada. Forma un rectángulo de 26 x 15 pulgadas. Vierte la mantequilla sobre la masa dejando una pulgada sin untar. (Del lado de 26 pulgadas) esparce el azúcar con canela, los pistachos y las cerezas. Enrolla apretando uniformemente hasta formar un rollo.
Recorta la pulgada de cada extremo. Luego corta rodajas de 1 ½ pulgadas.
Coloca sobre una cazuela forrada con papel encerado, engrasado y enharinado. Hornea a 335ºF de 20 a 25 minutos. Deben quedar ligeramente dorados. Sirve con el glaseado.