En un tazón pequeño disuelve el azúcar en el agua. Vierte la levadura y deja reposar unos minutos hasta que esponje.
Colócale a la batidora el aspa para batir masas. En el tazón, vierte la harina y la sal. Agrega la levadura esponjada y el aceite de olive, y bate durante 2 minutos a una velocidad media. Una vez se haya formado una bola de masa homogénea, colócala dentro de un tazón ligeramente untado con aceite de olive y cúbrelo con una toalla de cocina limpia. Deja reposar hasta que doble su tamaño, durante aproximadamente 45 minutos, en un lugar templado.
Precalienta el horno a 400°F. Una vez haya esponjado la masa, pónchala y divídela en 2 partes iguales. Sobre una superficie limpia y enharinada, extiende la masa con un rodillo. Forma una pizza de aproximadamente 9” de diámetro.
Coloca sobre una bandeja ligeramente untada con aceite de oliva o maíz granulado. Hornea de 7 a 8 minutos, saca del horno y aliña la pizza, es decir: agrégale salsa de tomate, queso mozzarella, prosciutto, espárragos y huevo. Hornea durante 15 minutos más.