El pino

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El pino es un árbol que no requiere de cuidados si vive en libertad. Pero existen algunas variedades domésticas que puedes tener en casa —y que quedan lindas— que sí necesitan de algunos cuidados para conservarse sanos, robustos y verdes.

Las cinco especies de pinos que se pueden cultivar y cuidar en casa, tanto dentro como en el jardín o huerto son las siguientes y dependiendo del tamaño y tipo del pino, los cuidados y tratamientos son diferentes.

Pino enano

El pino enano es una de las especies que se pueden plantar en una maceta. La altura máxima que alcanza es de 1.50 metros y es perfecto para exterior, aunque con los cuidados adecuados se puede llegar a adaptar perfectamente a estar dentro de casa.

Iluminación: necesita de sol durante prácticamente todo el día. Si está dentro de casa ponlo frente a una ventana o un corredor que dé al exterior. También es una buena opción para terrazas.

Temperatura: es tan resistente, que es capaz de soportar las temperaturas más extremas, tanto en verano como en invierno.

Riego: riégalo asiduamente en verano, manteniéndole la tierra siempre húmeda.

Abono: el fertilizante que mejor se adapta a sus necesidades es el granulado, aunque no es necesario abonarlo demasiado.

Poda: poda las ramas más grandes durante el otoño o cuando el clima esté más frío, nunca en época calurosa.

Pino sylvestris

El pino sylvestrys tiene un follaje denso, que hace que se use habitualmente como árbol de Navidad. Sus cuidados son necesarios para evitar que crezca de forma desordenada:

Iluminación: es necesario que durante gran parte del día esté en un área de sol.

Riego: riégalo solo durante la temporada de calor. Procura que el agua cale hasta las raíces.

Abono: como a la mayoría de coníferas, es preferible abonarlas con fertilizante granulado, ya que estimula el crecimiento del follaje.

Poda: corta las ramas secas, la poda es para esculpir la forma del árbol, ya que normalmente, no crece una rama nueva de una cortada.

Pino piñonero

El tronco del pino piñonero es recto y muy robusto. Su copa es diferente a la de los demás pinos porque no termina en punta o ligeramente ramificada, sino que es una copa plana.

Iluminación: no tolera la sombra. Debe estar siempre expuesto a muchas horas de luz.

Temperatura: soporta muy bien las altas temperaturas y tiene una gran resistencia al frío.

Riego: debe ser moderado y con un buen drenaje.

Abono: no necesita, ya que es un tipo de pino que habita normalmente en parques y grandes jardines.

Poda: no es necesaria a menos que quieras sacar algún esqueje para plantar.

Pino limonero

Este es un árbol muy decorativo. Su forma cónica y su ramaje amarillo, junto con su olor a limón, resulta muy atractivo. Además, es muy fácil de mantener.

Iluminación: es importante mantenerlo en lugares muy soleados.

Temperatura: soporta cualquier temperatura y, además, tiene una gran resistencia al viento.

Riego: mantén el suelo húmedo, pero evitando que las ramas se mojen.

Abono: se adapta muy bien a todo tipo de suelos, por ello no necesita de un abono.

Poda: corta sus ramas secas, estimularás su crecimiento.

Pino Norfolk

Es un árbol casero, aunque puede desarrollarse perfectamente en el exterior alcanzando grandes alturas. Requiere de algunos cuidados diferentes, ya que suele decorar en el interior.

Iluminación: dentro de casa, mantenlo siempre cerca de las ventanas, pero si lo sacas al exterior, procura situarlo en una zona sombreada.

Temperatura: prefiere las temperaturas frescas.

Riego: el agua debe estar a temperatura ambiente, preferiblemente usa agua destilada o agua de lluvia. Mantén el suelo húmedo pero evitando el encharcado.

Abono: abónalo cada mes durante la primavera y el verano.

Poda: quita las ramas secas con tijeras de podar, pero sin tocar la copa del árbol. Si lo que buscas es limitar su crecimiento deja de abonarlo.


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